sábado, 30 de abril de 2011

¿Santo súbito? ¿Qué se beatifica en la beatificación de Juan Pablo II?

Escribir en una dirección distinta de lo que algunos acercamientos mediáticos realizan a la beatificación de Juan Pablo II, puede parecer mezquino, aunque sea trate de un cuestionamiento serio. Con esta actitud se silencian las voces críticas. Así parece que ha sucedido en los últimos seis años desde aquella noche en que aparecieron “como por arte de magia” sendos letreros que planteaban la expresión santo súbito. En México, acostumbrados a construir una realidad virtual o paralela en contra de la misma realidad, esto pasó desapercibido. Los comentaristas televisivos al parecer no lo vieron tampoco. ¿De quién fue la idea de mover a las masas a declarar santo súbito a Juan Pablo II? Más aun ¿a quién beneficiaba que se declarara a Juan Pablo II santo casi inmediatamente intentando rescatar una tradición en la iglesia que ya no está vigente? ¿qué se quería decir con la expresión magno aplicada al Papa? ¿de qué grandeza estamos hablando al decir ahora Juan Pablo II el Magno? 

Estas preguntas apuntan al pasado… Santo súbito, en la lenta Roma que se mueve con el peso de dos mil años y acusada de esclerosis múltiple, ya sucedió. Si como dice el tango “veinte años no es nada”, entonces los seis años, que ha durado el proceso de indagación, es apenas un breve instante. La historia de los procesos de canonización muestra que ha habido procesos más rápidos, pero en épocas lejanas, bajo otros criterios y con signos de santidad evidentes. En el caso de Juan Pablo II muchos –aunque no se les escuche y se les de voz- todavía se preguntan cuáles son estos signos.

A esta hora Juan Pablo II es beato según la declaración oficial de la Iglesia. La ceremonia es una mera formalización. Con esta declaración se afirma, que Juan Pablo II es un hombre que ha alcanzado la visión beatífica y que es bienaventurado, lo que en sentido amplio significa que goza de estar en la presencia de Dios. Por esta razón suceden dos cosas: se presenta a los creyentes como modelo de camino hacia Dios, y se le rinde culto público de manera local. Muchos no han reparado en este dato, y tal vez es lo que llevará a dimensionar verdaderamente el alcance de la beatificación: según el decreto de la Congregación para el Culto Divino, será el 22 de octubre la memoria de la celebración que obliga sólo en dos lugares: Roma y Polonia. En la Iglesia existen tres tipos de celebraciones de mayor a menor importancia: solemnidades, fiestas y memorias. Estas últimas pueden ser obligatorias o libres. La celebración de Juan Pablo II será memoria libre para el resto del mundo. Por supuesto, los obispos –y los mexicanos seguramente tardarán un suspiro- pueden solicitar que sea una memoria obligatoria en sus diócesis, pero de ahí no pasará según la misma iglesia.

Más calmadas las aguas del turismo religioso que ha generado la beatificación, igual que en las visitas que realizó en su pontificado, podremos ver qué produce tal acontecimiento. Hoy estamos saturados de imágenes de un Papa con una enorme dificultad para presentarse en público, que su grupo de cercanos quería presentar vivo incluso contra el criterio de la dignidad y discreción que merece un enfermo para pasar sus últimos momentos consigo mismo. Estas imágenes muestran la disnea de un personaje que está muriendo, pero supongo que ahí no está la santidad del Papa. Debe estar en otra parte. ¿Dónde? En su obra, dicen algunos. Concedido. ¿Quién de los creyentes puede citar y reconocer su obra más allá de los lugares comunes como “era muy bueno”, “nos quería mucho”, “sufrió mucho”? 

Extraña que a estas alturas, no se hayan realizado seminarios, círculos de estudio, reedición de sus textos, difusión de sus encíclicas y que todo quede en la anécdota. La mayoría no sabe con claridad cuál fue la doctrina de Juan Pablo II y su papel real dentro de la Iglesia. Esto hace sospechar de la construcción de una figura de santidad con forma pero sin fondo, o con un fondo muy complejo que se prefiere mirar por encima pero no escarbar demasiado. 

La crítica más fuerte a Juan Pablo II se basa en el hecho de que impulsa una eclesiología del modelo de cristiandad, centrada en Roma, en el poder del papa y no en la colegialidad de los obispos; pues aunque se reúna con los obispos, cite los documentos del Concilio y haya participado en él -particularmente en intervenciones sobre el documento de la iglesia en el mundo contemporáneo-, no llevó a su culmen los planteamientos del mismo. Toda la acción pastoral: predicaciones, visitas apostólicas, encuentros, documentos, condenas y silenciamientos a teólogos, canonizaciones y beatificaciones, apoyo a congregaciones religiosas conservadoras, intervención en órdenes progresistas, tienen este sello. Por eso, muchos razonablemente se siguen preguntando ¿qué se beatifica con la beatificación de Juan Pablo II? 

La Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Doctrina de los Sacramentos al responder a esta pregunta es escueta y no se compromete, reduciendo a tres asuntos los aportes del Papa en 153 palabras: “Carlos José Wojtyla nació en Wadowic, Polonia, el año 1920. Ordenado presbítero y realizados sus estudios de teología en Roma, regresó a su patria donde desempeñó diversas tareas pastorales y universitarias. Nombrado Obispo auxiliar de Cracovia, pasó a ser Arzobispo de esa sede en 1964; participó en el Concilio Vaticano II. Elegido Papa el 16 de octubre de 1978, tomó el nombre de Juan Pablo II, se distinguió por su extraordinaria actividad apostólica, especialmente hacia las familias, los jóvenes y los enfermos, y realizó innumerables visitas pastorales en todo el mundo. Los frutos más significativos que ha dejado en herencia a la Iglesia son, entre otros, su riquísimo magisterio, la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica y los Códigos de Derecho Canónico para la Iglesia Latina y para las Iglesias Orientales. Murió piadosamente en Roma, el 2 de abril del 2005, vigilia del Domingo II de Pascua, o de la Divina Misericordia”.

Con la celebración de la beatificación se reconoce como triunfante un modelo de iglesia tradicional, a la que le interesa el mundo moderno en su forma, pero que ante el fondo de éste se siente extraña. Se trata de la beatificación de la resistencia de una iglesia que encuentra seguridad en las formas tradicionales de ejercer el poder, la liturgia, la pastoral, el magisterio. Se beatifica una forma de pastoral marcada por la forma externa y no por el fondo, donde el mensaje y discurso evangélico deja lugar a la imagen, donde el compromiso se entiende como participación en la liturgia y no como compromiso radical por la justicia.
Una iglesia así requiere de un santo súbito al que se quiere llamar magno…

viernes, 22 de abril de 2011

Religiosidad y espiritualidad: diferencias y cercanías

Religiosidad


¿Qué es la religiosidad? ¿Cuál es su diferencia con la espiritualidad? ¿Es posible que exista la espiritualidad sin religión o una religiosidad sin religión? ¿Existen diferentes tipos de espiritualidad? ¿Cuáles? ¿Por qué existen diferentes formas de religiosidad?


La cultura define el acercamiento a lo sagrado. Se cree desde la perspectiva del entorno que nos rodea.

El podscat religiosidad retoma este asunto desde una entrevista trasmitida en Radio Metrópoli de Guadalajara el 22 de abril del 2011.

De la tradición de besar los pies al ejercicio de la autoridad….

Besar los pies es una tradición muy antigua. Refleja una época donde el poder de uno era puesto por encima del otro, y se expresaba inclinándose ante este y dando un beso en el pie. Besar los pies es un símbolo de respeto pero también de sumisión. Se trataba de un acto de adoración 

Ya el libro del Genesis registra que Abraham al reconocer a los enviados de Dios, que eran unos ángeles fueron recibidos postrándose y besándoles los pies. En la tradición antigua de Persia, Roma, y Grecia, besar los pies tuvo una interpretación política: reconocer el poder del soberano. En ambos casos, besar los pies no se puede separar de la idea de una sociedad jerarquizada, donde el superior es servido por el que es considerado inferior al grado de darle culto con esta acción. Esta acción fue sustituída por la expresión “a sus pies”, que implica finalmente lo mismo aunque fue usada como una muestra de cortesía.

En la tradición judía lavar los pies era un servicio que se hacía a alguien que llegaba de visita a una casa, pues como usaba sandalias, era un signo de cortesía y de agogida mandar a un sirviente a lavar los pies al visitante. Por eso, resulta un contrasentido que Jesús, considerado el superior y jefe se ponga a lavarles los pies a los discípulos. Por otra parte, para sorpresa de muchos, en la narración bíblica (Jn 13, 4-17) no aparece la escena del beso de los pies que posteriormente apareció en la liturgia del Jueves Santo.

El gesto del lavatorio es propio del cristianismo pues en el ritual de la Pascua Judía no aparece, sin embargo hay que precisar que la acción de Jesús consistió sólo en lavar y secar los pies. Es hasta el siglo IV que el gesto del beso aparece en la liturgia católica del bautismo para hacer más evidente la actitud de humildad y de servicio del cristiano. Más tarde hacia el siglo VII la práctica de lavar los pies y besarlos se incorpora a los monasterios como signo de acogida a los visitantes. Esta acción se replica de manera similar en las iglesias católicas romanas y ortodoxas. En cuanto a las iglesias reformadas y evangélicas, los adventistas acompañaban la celebración de la Cena con el rito del lavatorio.

Ahora bien, si actualmente se ha vuelto en la liturgia católica y ortodoxa una tradición besar los pies, podemos preguntarnos ¿qué significado tiene? ¿Se trata de un signo que refleje el sentido de servicio de una autoridad que se inclina ante quien dirige para reconocer que el que es servido es más importante?
O por el contrario ¿se trata de un gesto que aunque tenga una justificación litúrgica, pueda ser usado por los grupos sacerdotales para mostrar su mismo poder? ¿Nos encontramos ante una forma de manifestar una actitud de servicio o ante el cumplimiento formal de las rúbricas que no cambia el modo de ejercer la autoridad?

Lamentablemente las respuestas se encuentran en cada sujeto sacerdotal o episcopal que besa los pies durante el lavatorio, pues corresponden al ámbito de la conciencia. Sin embargo, los signos –que siempre son externos- pueden mostrar el interior del sujeto, es decir, su conciencia. Dicho de manera simple, si quien lava los pies lo hace como un signo de reconocimiento del débil, del inferior, del marginado, y efectivamente esta es su convicción, el obispo o sacerdote estará alineando tradición y actualidad, pues ejercerá su actividad como servicio respetuoso de la dignidad del otro, desde el reconocimiento de la alteridad. De otra forma, el autoritarismo, el deseo de tener la última palabra y de creer que es la voz de Dios dejará al signo del besar los pies como una tradición muerta. ¿Puede estar pasando eso entre nosotros?

Nota: La fotografía ha sido publicada por La Jornada Jalisco

jueves, 21 de abril de 2011

La fiesta de la liberación

La narración bíblica del capítulo 12 del libro del Éxodo, recoge la indicación de la primera pascua. Se trata, de una fiesta de liberación, aunque muchos creyentes de distintas tradiciones lo hayan olvidado:
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto:
-«Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de Israel: "El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito.

Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayáis comido.
Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas.
Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor.
Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor.
La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis; cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto.

Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la fiesta del Señor, ley perpetua para todas las generaciones."» (Ex. 12, 1-8. 11-14)
No es una fiesta cualquiera: se trata de la gran fiesta, por lo tanto se puede decir desde la tradición judía y posteriormente desde la tradición cristiana, que es la fiesta de Dios por la liberación de su pueblo. El concepto liberación tiene para muchos supuestas resonancias marxistas, sin embargo, una lectura de la tradición judía señala que a Dios le preocupa la vida del pueblo, por ellos llora con sus conflictos y se conduele, es decir, se le mueven las entrañas, una expresión materna que significa que vibra con la vida humana dolorida. 

Las religiones, y el el caso del catolicismo: los pastores, antes que pensar si la liberación es un concepto marxista ¿podrían considerar que la liberación es una acción querida y celebrada por Dios?

miércoles, 20 de abril de 2011

Semana de traiciones II


A la mitad de la semana santa, dos traiciones  más a la propuesta de Jesús, se pueden comentar, también  a partir de las caricaturas de Cortés: La traición de la identificación de iglesia con jerarquía, con lo que resulta un reduccionismo además de una situación ajena a los proyectos iniciales del nazareno que se aleja de toda forma de poder, o que entiende el poder como servicio. La identificación no es gratuita dado que beneficia a los que están en la cúspide de la pirámide y favorece que se les tome en cuenta como única voz. Con ello se sustituye al pueblo de Dios y se le quita la posibilidad de decir una palabra en torno a su situación, a la interpretación del mensaje. Esta traición se teje a partir del miedo que la jerarquía tiene a la Reforma Protestante que entre sus logros se encuentra el acercamiento de la Escritura al pueblo. Expresa el deseo de moverse en la ortodoxia y en la tradición, sin embargo, cuando ortodoxia y tradición son mal comprendidas se busca simplemente replicar el pasado sin visión crítica: este es el centro de esta segunda traición.

La tercera traición es más compleja: el evangelio es una noticia desestabilizadora para los que creen que por su poder tienen la propiedad privada de Dios, y más aun, que por estar en el templo se encuentrran "más cerca de Dios". El evangelio en cambio es noticia alegre: buena nueva, buen anuncio para los que sufren, los que lloran, los perseguidos, los marginados... en síntesis: todos aquellos que hacen su vida -si es que es posible decirlo así-, desde la precariedad.

Cuando el evangelio deja de ser noticia para animar a los creyentes a vivir de una manera distinta, comprometida con la transformación de la vida, de las estructuras injustas, de las condiciones que generan pecado, se comete una traición, porque los que se mueven en la seguridad de lo que tienen, nunca serán capaces de vivir con radicalidad las exigencias del Reino... ¿qué piensan?

Me parece que una reflexión seria sobre estas traiciones podría permitir a algunos miembros de la llamada "jerarquía" preguntarse cosas como als siguientes: ¿cómo vivir el evangelio con radicalidad? ¿cómo debe ser la relación con los grupos de poder para que no coopten el mensaje del evangelio? ¿cómo ser profeta que anuncia y denuncia en las condiciones del siglo XXI?....

lunes, 18 de abril de 2011

Semana de las traiciones I

La semana santa es un elemento litúrgico factible de diversas interpretaciones. Ya Leonardo Boff hace muchos años decía que la predicación de la cruz es distinta se se realiza desde una teología descendente o una teología ascendente. En esta entrada publicaré caricaturas incómodas de José Luis Cortés, que tienen la intención de presentar una interpretación más de lo que se puede analizar en semana santa -bueno no sólo ahí-, con el afán de anunciar y denunciar una forma de religiosidad que en nombre de Dios camina en sentido inverso a la propuesta del Reino. Al mismo tiempo, aparecerán cuestionamientos que muchos no gustan de oir, pero que van en la tónica de este blog: preguntemos.

 La alianza con los grupos de poder es un elemento que provoca que la Iglesia deje de lado el profestismo ¿cómo denunciar el estado de injusticia, opresión y marginación, y anunciar el reino deseado por Jesús cuando se encuentran sentados en la misma mesa? ¿cómo denunciar a aquellos con los que se comparte no sólo el pan y la sal sino los argumentos y la perspectiva?

La propuesta de Jesús, marca una clara distancia con los grupos de poder. El análisis de su práctica permite reconocer que no se alía con romanos ni herodianos, mucho menos con los referentes religiosos de la época: saducesos, fariseos, zelotas. Sino que se acerca a los grupos marginados: niños, extranjeros, mujeres, desposeídos, enfermos, excluídos... algo que los hombres de Iglesia de hoy parecen olvidar.

Por supuesto que en este contexto pensar en vivir el cristianismo se vuelve un reto. El cristianismo no es una religión cómoda, aunque no por la moralización a la que los pastores -desde Trento- tienen acostumbrado al pueblo, sino porque las exigencias que brotan de la cercanía al otro, del reconocimiento del otro como interlocutor válido que con su existencia interpela el modo de vivir.

Una lectura del evangelio sin intenciones piadosas, más allá de los subtítulos que la tradición ha colocado a los textos para separarlos y poder citarlos, es decir una lectura llana y simple abre la perspectiva de retomar el mensaje de una manera distinta. 

Un alejamiento del mensaje originario de Jesús es el  que se refiere al trato que se da a las mujeres. No hablo del acceso al ministerio, que el algo deseable pero que tal vez es punto de llegada y no de partida del cambio de la Iglesia en este momento.

La instrumentalización de la mujer ocurre en cualquier parroquia donde se les da entrada para realizar lo que en el México de principios del siglo XX y hasta mediados del mismo se conocía como "dedicarse a las labores propias de su sexo". ¿Qué sería de los templos sin mujeres? Hoy lamentablemente se piensa en las labores de limpieza y en las tareas de catequesis, que implican en muchos casos actuar como niñeras, pero no en el desempeño de las mujeres al interior de la iglesia, en la toma de decisiones, en la organización pastoral. Las pocas mujeres que han tenido una participación más cercana en la vida eclesial ha sido a pesar de la mayoría de los pastores, y muchas veces por la cercanía con algunos pastores visionarios que no han dejado perder su palabra, pero la traición consiste en que después de 2000 años de cristianismo, las mujeres siguen siendo desplazadas... cosa que al parecer no practicaba Jesús ¿o si?


viernes, 15 de abril de 2011

El contenido de la palabra Dios

El hablar de Dios siempre es humano, analógico y necesita ser criticado y corregido en un proceso constante que mantiene abierta la tradición.
Juan Antonio Estrada

Hablar de Dios es fácil, de religión también, mientras no pongamos en claro de qué asuntos estamos hablando. Cuando hacemos esto, frecuentemente se encuentra uno con la experiencia de que los significados no son los mismos para todos y aquí es donde el asunto de dialogar sobre el conocimiento religioso se complica. Sin embargo, no se puede decir que se encuentra uno ante un objeto de conocimiento del que no se pueda hablar. El problema, como en todo tipo de conocimiento, es precisar de qué tipo de experiencia humana estamos hablando cuando dialogamos sobre eso que llamamos conocimiento religioso o incluso, conocimiento mágico.

La palabra dios y la experiencia humana.

La palabra dios se encuentra en el corazón mismo de las religiones. Dios aparece como la realidad última y fundante de la fe de muchos pueblos y sistemas religiosos. La palabra dios hace referencia al día como situación de luminosidad. Dios entonces, en las distintas perspectivas religiosas es considerado luz.

Aunque existe acuerdo en pensar a la divinidad como realidad última y fundante del resto de la realidad, no existe un acuerdo total en cuanto a la comprensión de dios. Las distintas tradiciones religiosas le dan un contenido específico y en ocasiones ambiguo. Cuando se desconoce esto, se corre el riesgo de usar la palabra dios de manera imprecisa. Por eso, ir más allá de la palabra para entrar en su significado puede resultar importante para el diálogo interreligioso.

La primera cuestión que ha de considerarse es que detrás de la palabra dios, existe una experiencia humana de un aspecto de la realidad. Esta experiencia en el decir de Rudolf Otto se presenta como misterium tremens et fascinans, es decir, aquella realidad nombrada como dios, se torna para el que tiene esta experiencia, en algo que de suyo es inexpresable, aunque vitalmente innegable. La experiencia de dios o sobre dios, se vuelve por sus características en un arcano, en algo que rebasa la capacidad humana de comprender en su totalidad, y por lo mismo se recurre a distintas expresiones que den alguna idea del contenido de esta experiencia.

Otto recurre a dos términos que ayudan a expresar el sentido de esta experiencia. Se refiere a ella como tremens et fascinans. Lo tremendo de esta experiencia es que sobrepasa la capacidad de comprensión por lo que resulta inexpresable; de suerte que la totalidad de los saberes de la persona resultan insuficientes para explicar esta experiencia; de esta manera el sentimiento y la sensación de pequeñez, es una forma de nombrar esta realidad llamada dios. Por otro lado, aunque tal experiencia es considerada tremenda es atractiva. A esta atracción la nombra Otto como fascinante, es decir, la experiencia de dios o sobre dios se presenta -al que la vive- como una especie de encantamiento, por lo que no puede separarse de ella.

Desde estas consideraciones, dios es reconocido como una experiencia vital que da sentido a la realidad, permitiendo al que la vive, una sensación de pequeñez frente a lo que se reconoce como superior; es una situación de tal fuerza e importancia que se torna en indispensable.

domingo, 10 de abril de 2011

El censo y los católicos ¿83.9 % o 82.3%? que se aclaren los datos públicos.


Del 6 al 8 de abril del 2011 en Puebla se ha analizado el fenómeno religioso y los investigadores hemos puesto la mirada en los resultados del Censo 2010.

Los resultados generales del Censo 2010 reflejan los datos de un 82.3% y no de un 83.9% de católicos. Por supuesto se refiere a los católicos romanos. Si embargo habría que plantear varias preguntas: ¿dónde se encuentran contados los católicos independientes de Roma? En México existe la tendencia a pensar que el término católico se refiere únicamente a la Iglesia Romana, lo cual da la impresión de que es una entidad única; sin embargo, el término católico es usado en México por distintos grupos que no se distinguen demasiado de los católicos romanos en lo que se refiere a las creencias e incluso los rituales, pero mantienen una distancia precisa respecto a la autoridad de Roma, por lo que se manifiestan como independientes de la autoridad del Papa.

Estos grupos tienen su propia jerarquía, emparentada con la de la iglesia católica romana, a la que los obispos de la CEM llaman de acuerdo al Código de Derecho Canónico: ordenaciones ilícitas pero válidas. Podríamos decir que se trata de hermanos incómodos a los que se quiere ocultar, y esto sucede en el datos del 83.9% del censo cuando en realidad los católicos romanos son el 82.3%.

La razón es que el Censo 2010 no presenta los datos de esta diversificación religiosa dentro del catolicismo, e incluso investigadores del fenómeno religioso, se resisten a nombrarlos en sus estudios (como el Atlas de la Diversidad Religiosa) con lo que refuerzan la suposición de que la iglesia católica es uniforme y única. No se desconoce el dato pero no se ofrece.

¿A quién beneficia que no sepamos cuántos creyentes pertenecen a la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, a la Unión Sacerdotal Trento, a los tradicionalistas, a los lefevbristas, a los católicos tridentinos, y al resto de asociaciones religiosas que se denominan católicas pero que viven al margen de la autoridad de Roma?

Un ejemplo de estos datos se encuentra en la Iglesia Santa Católica Apostólica Tradicional Mex-USA que, aunque no esté reconocida como Asociación Religiosa y su líder el obispo David Romo se encuentre en la cárcel, reportó 4056 miembros a junio del 2010.

Por otra parte, habría que indagar si los creyentes explicitaron con claridad la denominación religiosa, pues ateniéndonos a la participación en los rituales y ceremonias, organizadas por ejemplo por la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, es mayor a los 179 miembros que reporta dicho censo. Al respecto se puede suponer que ante la pregunta ¿cuál es la religión de___________? Algunos creyentes dieron una respuesta genérica sin establecer la diferencia específica. Así por ejemplo pudo contestar “soy católico” en lugar de especificar “soy católico tradicionalista”. Con esta respuesta, los beneficiados son los católicos romanos, y no queda clara la diversidad al interior del catolicismo.

El censo y los católicos ¿83.9 % o 82.3%? que alguien aclare los datos públicos.

Los datos generales del Censo 2010 reflejan los datos de un 82.3% y no de un 83.9% de católicos. Por supuesto se refiere a los católicos romanos. Si embargo habría que plantear varias preguntas: ¿dónde se encuentran contados los católicos independientes de Roma? En México existe la tendencia a pensar que el término católico se refiere únicamente a la Iglesia Romana, lo cual da la impresión de que es una entidad única; sin embargo, el término católico es usado en México por distintos grupos que no se distinguen demasiado de los católicos romanos en lo que se refiere a las creencias e incluso los rituales, pero mantienen una distancia precisa respecto a la autoridad de Roma, por lo que se manifiestan como independientes de la autoridad del Papa.

Estos grupos tienen su propia jerarquía, emparentada con la de la iglesia católica romana, a la que los obispos de la CEM llaman de acuerdo al Código de Derecho Canónico: ordenaciones ilícitas pero válidas. Podríamos decir que se trata de hermanos incómodos a los que se quiere ocultar, y esto sucede en el datos del 83.9% del censo cuando en realidad los católicos romanos son el 82.3%.

La razón es que el Censo 2010 no presenta los datos de esta diversificación religiosa dentro del catolicismo, e incluso investigadores del fenómeno religioso, se resisten a nombrarlos en sus estudios (como el Atlas de la Diversidad Religiosa) con lo que refuerzan la suposición de que la iglesia católica es uniforme y única. No se desconoce el dato pero no se ofrece.

¿A quién beneficia que no sepamos cuántos creyentes pertenecen a la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, a la Unión Sacerdotal Trento, a los tradicionalistas, a los lefevbristas, a los católicos tridentinos, y al resto de asociaciones religiosas que se denominan católicas pero que viven al margen de la autoridad de Roma?

Un ejemplo de estos datos se encuentra en la Iglesia Santa Católica Apostólica Tradicional Mex-USA que, aunque no esté reconocida como Asociación Religiosa y su líder el obispo David Romo se encuentre en la cárcel, reportó 4056 miembros a junio del 2010.

Por otra parte, habría que indagar si los creyentes explicitaron con claridad la denominación religiosa, pues ateniéndonos a la participación en los rituales y ceremonias, organizadas por ejemplo por la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, es mayor a los 179 miembros que reporta dicho censo. Al respecto se puede suponer que ante la pregunta ¿cuál es la religión de___________? Algunos creyentes dieron una respuesta genérica sin establecer la diferencia específica. Así por ejemplo pudo contestar “soy católico” en lugar de especificar “soy católico tradicionalista”. Con esta respuesta, los beneficiados son los católicos romanos, y no queda clara la diversidad al interior del catolicismo.

lunes, 4 de abril de 2011

¿Datos censales a la carta?

El 5 de marzo de 2011, el INEGI informó a través de Mieguel Ángel Cervera, director de Estadística Sociodemogràfica que se entregaría a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) un desgloce de los resultados del Censo. Dicho desglose se realizaría por diócesis (91) en lugar de estados (31). La misma CEM ha solicitado estos datos:
“Para nuestros amigos de la religión católica vamos a elaborar productos que nos han solicitado por diócesis, para saber qué población hay, no tanto por la división administrativa del país, si no por una división que ellos tienen para llevar a cabo sus funciones” [...] “Ya estamos trabajando con los amigos de la conferencia episcopal. Les pedimos (el listado de) las diócesis y cuando nos las entreguen nosotros vamos a ponerlas en un mapa y luego le vaciamos la información a cada pedacito: cuántos habitantes hay, cuántos son católicos y todo lo que necesiten para hacer sus análisis” . (Ver fuente).
Al respecto ha habido diversos pronunciamientos como el de Elio Masferrer y Sara Pozos. La cuestión ha permanecido casi en silencio con la habitual discreción con que se tejen las alianzas en el mundo clerical. Si bien comos e han pronunciado Masferrer y Pozos se trata de un acontecimiento discriminatorio para las demás confesiones religiosas, a la base hay un elemento de confusión en el trabajo de INEGI que surge de la pregunta sobre la religión y que es avalada por la Dirección de Asuntos Religiosos: no se nota una diversificación del catolicismo a pesar de que existen iglesias católicas nacionales no romanas pero que se cuentan como parte de la Iglesia Católcia Romana. De entrada aquí hay un problema que complica la interpretación.

Pero más aun, una duda: ¿por qué si a los obispos les interesa conocer la interpretación de los datos ¿no invitan a los investigadores críticos a dar su opinión sobre los resultados? ¿invitarán los obispos a estos observadores críticos y por lo tanto a veces incómodos para su percepción de pastores? ¿cuándo? ¿a quiénes?

domingo, 3 de abril de 2011

Templo Hare Krisna en Guadalajara




El templo es un espacio devocional que centra la mirada en las deidades. Krsna, el que tiene todas las opulencias se hace presente a través de las deidades a las que se ofrece veneracion, respeto y el canto del Maha Mantra. A la izquierda se encuentra una estatua del fundador del movimiento de la conciencia de Krsina, Swami Prabhupad.Cerca del templo se encuentra la cocina para trasladar los alimentos cuando terminan de cocinarse para ofrecerlos a Krsna. Este acontecimiento los convierte en prashada, es decir, en alimento de la misericordia de Dios para los que se acercan a la cocina y restaurantes del movimiento.

A Krsna se le considera la encarnación más acabada de la divinidad, superior a otras expansiones d eDios. Si bien existen otros movimientos en la India, en occidente, los hare krsna han sido los que han preacticado un servicio devocional a través de pequeños ashrams, venta de libros y comida, que les permiten acercarse al gran público.

viernes, 1 de abril de 2011

Permanecer es la meta

El día de hoy, Sandoval Iñiguez publica en el Semanario un texto titulado: "Reformas -en lo oscurito- no son democráticas". Más allá del análisis del discurso que se puede realizar sobre el asunto, conviene destacar que esta nota puede desatar de nuevo un conflicto entre Sandoval y algunos sectores del Gobierno Federal: Cámara de Diputados y Senadores, Secretaría de Salud, Secretaría de Educación por el asunto de las preferencias sexuales.

El contenido del artículo desde la sección "Palabra del Pastor" de la que es autor señala la necesidad de establecer una batalla -ahora legal- para deshacer estas enmiendas constitucionales:
"Quiero, por tanto, en este breve mensaje semanal, advertir, a los padres de familia, del peligro que corren sus hijos, y además, alertar a toda la Sociedad sobre estas enmiendas para que, democráticamente, luchen porque se reviertan."

El nuevo conflicto que podría desatarse, parece una reproducción del que tuvo con el Jefe de Gobierno del DF, y formar parte -acabando de cumplir 78 años-, de una estrategia para permanecer en la sede cardenalicia de Guadalajara, bajo la suposición de que en la medida que exista un espacio de confrontación abierto con algún actor político, no será removido por Roma.

Entrando en el análisis de su escrito, llama la atención a primera vista la concepción que tiene sobre lo democrático, pues no duda en calificar como antidemocráticas las decisiones del Congreso aduciendo "Enmiendas a la Constitución, hechas, por así decir, “en lo oscurito”, sin haber pedido consentimiento, parecer u opinión, no son democráticas.". Con esta afirmación ignora que los diputados y senadores, por el hecho mismo de su elección ejercen democráticamente su cargo como representantes de los electores. Al mismo tiempo, califica la acción organizada de los padres de familia a los que se dirige para revertir tales enmiendas como democráticas: "alertar a toda la Sociedad sobre estas enmiendas para que, democráticamente, luchen porque se reviertan.". Uno podrá preguntar al menos cuál es la concepción de democracia que maneja. Tal confusión muestra una argumentación al menos parcial por este asunto. Pero más aun, muestra el deseo de convertirse en censor de las acciones de la sociedad, argumentando sobre su validez democrática. Lo más extraño es que este planteamiento surja desde el poder ejercido antidemocráticamente: ya por la elección misma para los puestos en la Iglesia, o por la forma de operar en eso que se suele llamar servicio pastoral.

Habrá que estar atento a la respuesta de los actores señalados, el Poder Legislativo y las dos secretarías; el pueblo al que se hace el llamado a ahondar el conflicto en el plano legal, y por supuesto, los encargados de hacer los cambios episcopales a quienes en última instancia parece dirigido este mensaje...

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...