viernes, 20 de junio de 2014

La ambigüedad del presidente de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano

El 27 de mayo de 2014, la Agencia de noticias eclesiales Zenit -perteneciente a la Legón- entrevistó al Arzobispo Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM), después de una visita al Papa en Santa Martha. Una de las cuestiones abordadas fue la Teología de la Liberación (TdL). Al respecto se difundió:

ZENIT les preguntó sobre la teología de la liberación, que piensan hoy los sacerdotes y seminarista visto que sus exponentes son ya ancianos.
El presidente del Celam, Mons. Carlos Aguiar Retes indicó: “Efectivamente la figuras relevantes de la teología de la liberación son personas ancianas, y como tal, como la expresión de lo que fue, está muy anciana, si no es que ya está muerta”.
Añadió que “hoy en día no está más el tema de la teología de la liberación, que había sido planteado con una base sociológica que no cuadraba con la base teológica”. Y precisó que “allí fue el punto de quiebre”.
Entretanto, reconoció, “hubo esfuerzos por parte de teólogos de la liberación que trataron de hacer que de alguna manera pudiera iluminar la teología. Esos fueron los años 70, 80, quizás a principios de los 90”.
“Hoy tenemos gracias a Dios --continuó el obispo mexicano-- una reflexión teológica mucho más sapiencial que no deja de lado la necesaria liberación del hombre integral. Es decir, ya no es por la lucha de clases, con la confrontación ricos - pobres, porque como sabemos para la iglesia ese no es el camino para una liberación social” (Ver noticia completa)
Menos de un mes después, el 20 de junio, la agencia de noticias Noticelam ha publicado una entrevista al mismo personaje, donde cuestionado sobre el mismo tema señala:

Gracias a Dios y a los esfuerzos de muchos teólogos, obispos, pastoralistas, y diversos actores eclesiales que han recogido con fidelidad la Eclesiología de la Comunión, planteada por el Concilio Vaticano II, especialmente en la Lumen Gentium, ha ayudado enormemente a direccionar la Teología de la Liberación surgida en los años 70s y 80s del siglo pasado. Tarea señalada en su tiempo por el Magisterio Pontificio de Juan Pablo II.
En esa época hubo una corriente que se desarrolló, poniendo como base el análisis sociológico marxista que llevó a una ideologización del mensaje evangélico. Fue el momento más crítico de la Teología de la Liberación.
Hoy día, incluidos algunos exponentes, como Gustavo Gutiérrez, han desarrollado una Teología de la Liberación con una base bíblico espiritual que sin duda ha ayudado mucho en esa reorientación; y considero, que por ello, es actualmente un aporte para la vida eclesial (Ver noticia completa)

En la entrevista propone el mismo argumento sobre la influencia marxista en la TdL, que los mismos teólogos en cuestión han señalado -en diversas ocasiones- que es inexistente como orientadora de la fe, aunque eventualmente como herramienta analítica. Sostener esto, muestra una visión al menos parcial por parte del obispo Aguiar Retes. Pero lo preocupante es la consideración de que las orientaciones sapienciales de la teología son el centro de la teología. 

La TdL no ha perdido la base bíblica, de ahí surge su criticidad, y el cuestionamiento de las estructuras, incluidas las eclesiales. Por supuesto que necesita las herramientas de análisis social que no tiene la Biblia, por sus condiciones de historicidad. No reconocerlo implica que el obispo Aguiar de nuevo, no hace un análisis completo del asunto.

Finalmente, la ambigüedad salta de nuevo en dos señalamientos: el primero, donde declara la muerte de la TdL, y el segundo, donde reconoce su aporte eclesial. Haciendo una especie de distinción entre una primera y una segunda TdL, cosa inexistente. 

¿Por qué hace esto? Se pueden conjeturar muchas cosas, mi sospecha es que esta ambigüedad refleja la tensión del episcopado entre mantener su postura conservadora -expresada el 27 de mayo de 2014-, y reconocer que la propuesta eclesial de Francisco camina por un sendero distinto -entrevista publicada el 20 de junio de 2014-. 

Faltaría al obispo Aguiar, dada su responsabilidad, entender de una manera más clara la TdL. Leer a los teólogos de la liberación, aun sin estar de acuerdo con ellos -derecho de Aguiar Retes- es el principio elemental para dar una opinión fundada, asunto que no parece de su interés, con lo que cae en el error que quiere evidenciar: muestra una opinión ideologizada de la TdL, y por tanto imparcial y errónea.

 

lunes, 9 de junio de 2014

A 50 años del llamamiento

El 12 de diciembre de 1926, llega a Guadalajara Aarón Joaquín que pronto sería conocido como el apóstol de Jesucristo, por los miembros de la Iglesia que fundó en la zona metropolitana de Guadalajara. Después de superar una serie de complicaciones y al mismo tiempo, cosechar éxitos entre sus seguidores, muere el 9 de junio de 1964. Ese mismo día, asume la dirección de la Iglesia su hijo menor, Samuel Joaquín Flores.

Samuel Joaquín es el menor de seis hermanos, lo que no impidió que fuera nombrado sucesor de Aarón Joaquín. Sin embargo, su posicionamiento como líder no estuvo ausente de complicaciones, que no suelen ser abordadas en la historia oficial de La Luz del Mundo. Ahí se ha construido una visión mesiánica y una historia de carácter hagiográfico del personaje en cuestión que no deja lugar a la discusión, ni al análisis profundo, sino a la autorreferencialidad. También este es su derecho, aunque no necesariamente refleja la ausencia de tensiones.
Han sido más bien las voces externas -de periodistas, investigadores o exmiembros de la iglesia- las que han señalado otros puntos de vista.

Ciertamente no se puede dejar de reconocer el aporte de los miembros de La Luz del Mundo a la sociedad tapatía, y su forma de organización que ha puesto la muestra a otras iglesias, de lo que se puede realizar cuando el espíritu religioso se operacionaliza en obras de beneficio social. En parte, esto es obra de Samuel, pero también de los miembros de la iglesia.


Pero a 50 años del nombramiento de Samuel Joaquín, y con 77 años de vida - nace el 14 de febrero de 1937- se percibe en el horizonte la llegada de cambios. Por un lado, la enfermedad de Samuel que ha sido cuidadosamente silenciada, es cada vez más conocida. Una enfermedad que ha movilizado las interpretaciones para darle un tono religioso por parte de la comunidad. Así se ha  señalado que Samuel Joaquín sufre por los pecados de la iglesia. Esta es la única forma de explicar, que aquel que tiene carácter divino, y a quien se atribuyen los dones de curación y de salud, esté en situación de vulnerabilidad como cualquier humano.

Por otra parte, la enfermedad de Samuel plantea el problema de la sucesión. Las confesiones religiosas con más tiempo, -recuérdese que La Luz del mundo no llega históricamente a cien años- tienen métodos para mantener el orden en tiempos de sucesión. Estos métodos permiten la renovación de las jerarquías gobernantes y el mantenimiento de cierta continuidad, lo que garantiza el orden, la estabilidad y la paz. Pero, la historia de esta iglesia no permite claridad al respecto, pues el nombramiento de Samuel no está ausente de elementos nebulosos, sostenidos en revelaciones de Dios a nivel personal. Además de que no se conocen procedimientos sobre el nombramiento del sucesor. Probablemente los haya pero no lo sabemos. La ausencia de información permite generar conjeturas de todo tipo. Los rumores señalan que el sucesor de Samuel Joaquín saldrá de su familia, a la que se considera una familia de linaje apostólico. Sin embargo, las condiciones de la Iglesia no son las mismas que en 1964, y es posible que más de uno desee recibir el nombramiento.

El carácter conservador de la Iglesia puede mantener el liderazgo y el control de los bienes, en alguno de los miembros de la familia Joaquín; sin embargo, estamos ante la presencia de una iglesia donde la cuarta generación de creyentes podría buscar un espacio en la sucesión. Al mismo tiempo la expansión que la iglesia tiene, se convierte en un elemento que no puede perderé de vista.

En una sociedad democrática y plural, para muchos puede parecer extraño el modo como se opere -llegado el momento- la sucesión de Samuel. Lo importante es la palabra de los mismos creyentes, no como reacción descalificadora a los comentarios o preguntas que surjan de otras voces, sino con el sentido crítico que hace reconocer que independientemente de la fe en la inspiración divina, la religión siempre es un hecho social, histórico y concreto no ausente de tensiones y emociones diversas.

domingo, 8 de junio de 2014

Ven Espíritu creador...


El día de Pentecostés, estando reunidos los apóstoles, reciben el Espíritu Santo. Se trata del Espíritu de Jesús que hace nuevas todas las cosas.

En la liturgia católica romana, este himno es entonado en circunstancias donde se requiere invocar la fuerza del Espíritu sobre la Iglesia. 

Veni, Creator Spiritus,
Mentes tuórum vísita,
Imple supérna grátia,
Quae Tu creásti péctora.
Ven, Espíritu Santo creador,
a visitar nuestro corazón,
repleta con tu gracia viva y celestial,
nuestras almas que tú creaste por amor.
Qui díceris Paráclitus,
Altíssimi dónum Déi,
Fons vivus, Ignis, Cáritas,
Et spiritális únctio.
Tú que eres llamado consolador,
don del Dios altísimo y Señor,
vertiente viva, fuego, que es la caridad,
y también espiritual y divina unción.
Tu septifórmis múnere,
Dígitus patérnae déxterae,
Tu rite promíssum Patris
Sermóne ditans gúttura.
En cada sacramento te nos das,
dedo de la diestra paternal,
eres tú la promesa que el Padre nos dio,
con tu palabra enriqueces nuestro cantar.
Accénde lumen sénsibus,
Infúnde amórem córdibus;
Infírma nostri córporis,
Virtúte firmans pérpeti.
Nuestros sentidos has de iluminar,
los corazones enamorar,
y nuestro cuerpo, presa de la tentación,
con tu fuerza continua has de afirmar.
Hostem repéllas longius,
Pacémque dones prótinus;
Ductóre sic Te prévio,
Vitémus omne nóxium.
Lejos al enemigo rechazad,
tu paz danos pronto, sin tardar,
y siendo tú nuestro buen guía y conductor,
evitemos así toda sombra de mal.
Per Te sciámus da Patrem,
Noscámus atque Fílium,
Teque utriúsque Spíritum,
Credámus omni témpore.
Concédenos al Padre conocer,
a Jesús, su Hijo comprender
y a ti, Espíritu de ambos por amor,
te creamos con ardiente y sólida fe.
Deo Patri sit glória,
Et Fílio, qui a mórtuis
Surréxit, ac Paráclito,
In saeculórum saécula. Amen.
Al Padre demos gloria, pues es Dios,
a su Hijo que resucitó,
y también al Espíritu Consolador
por todos los siglos de los siglos, honor. Amén.
V/: Emitte Spíritum tuum et creabúntur.

R/:
 Et renovábis fáciem terrae.
G/: Envía, Señor, tu Espíritu para darnos nueva vida.

T/:
 Y se renovará la faz de la tierra.

Fuente:http://www.divvol.org/recursos/canciones.htm 

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...