miércoles, 2 de enero de 2013

La múltiples formas de festejar año nuevo en el mundo religioso



Iniciar la tarea diaria con expectativas
El inicio del año en las distintas tradiciones religiosas siempre viene alineado a la expectativa de cosas buenas, o de un cambio en las condiciones de vida, cuando estas no son lo que se desea. En México conviven muchas tradiciones religiosas, y cada una celebra en fechas diversas y de manera distinta el año nuevo.
En el judaísmo es útil el concepto “tiempo mesiánico” para dar cuenta de la utopía de un mundo de justicia, paz y felicidad de acuerdo al plan de Dios. Se trata de la objetivación en la vida cotidiana del establecimiento de nuevas formas de vivir las relaciones humanas, siempre complejas.
Las fiestas de año nuevo de acuerdo al calendario judío comienzan con la celebración de Rosh Hashanah, donde se vive la invitación a mirar la propia vida para retomar los ideales de justicia. La fecha es variable pues se trata de un calendario lunar, aunque se sitúa en septiembre-octubre.
En el cristianismo de los primeros tiempos, no se celebraba el año nuevo. Al principio se vivía con dos calendarios; el romano que iniciaba en marzo, y el judío que se inicia en la creación del mundo y se fija 3761 años antes de Cristo, con lo que en 2012, estamos en el año 5773. Cuando el cristianismo se adhirió al imperio romano, organizó su vida de acuerdo a los usos del tiempo con el calendario Juliano, establecido en el año 46 aC, según la cronología romana que parte de la fundación de Roma en el 752 o 753 aC, según las leyendas más aceptadas.
El calendario juliano iniciaba en marzo, y hasta el año 153 aC se definió el 1 de enero como fecha inicial del año. Finalmente, es en 1582 cuando el Papa Gregorio XIII define el nuevo calendario, y deja el 1 de enero como inicio. Una vez fijado el calendario litúrgico, el 1 de enero coincide con la presentación de Jesús al Templo. Hoy esta fiesta se conoce como de la Sagrada Familia.
La celebración del año nuevo en el cristianismo, tiene fuerza en las tradiciones populares, que han sido encaminadas a dar gracias por el año vivido y a solicitar el apoyo divino para iniciar el nuevo año. Esta idea es compartida tanto por el catolicismo romano, como por los cristianos evangélicos, aunque algunas iglesias protestantes no celebran el año nuevo.
En el contexto musulmán, el calendario comienza con la Hégira, la salida de Mahoma de la Meca a Medina, que en el calendario gregoriano es el 6 de julio de 622, pero por la variabilidad del calendario lunar que siguen y sus ajustes, la fecha no se precisa de manera fija en su correlación con el calendario gregoriano. Sin embargo, los musulmanes en esta fecha recuerdan la vida del Profeta, en el primer día del mes de Muharram.
En la diversidad de tradiciones, se encuentra el calendario chino de tipo lunisolar que coloca su inicio entre enero y febrero. El criterio para fijarlo es el primer día de luna nueva más próximo a la primavera. Se trata de un calendario que celebra la vida expresada en el resurgir de la vegetación.
Por su parte el calendario budista comienza con el nacimiento de Buda, fijado en 543 aC. Habitualmente se celebra el 3 de febrero, aunque en el mundo tibetano se ha fijado esta fecha el 18 de febrero. 
En la tradición bahaí, el año nuevo se celebra con la llegada de la primavera el 20 de marzo, donde se celebra el esplendor de la gloria de Dios, palabra con la que se denomina el primer mes del año bahaí: Bahá.
"Feliz año" es la posibilidad de retomar la vida
Si bien, la tradición de decir “Feliz Año Nuevo” y abrazarnos, es algo que caracteriza al occidente de tradición cristiana, en todas las espiritualidades se encuentra que el año nuevo, es la posibilidad de retomar la vida, y de plantearse cosas distintas, de acuerdo a la fe de cada persona.
Así pues, vaya un abrazo de año nuevo para quienes celebran en tiempos y modos distintos esta fecha.

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