jueves, 7 de diciembre de 2017

El elegido de Francisco

Los vientos de la sucesión en la Arquidiócesis Primada de México han llegado a su fin. Hasta hace unos días los rumores señalaban que Aguiar Retes sería el sucesor de Norberto Rivera. Hoy se ha hecho realidad. Cuando escribí sobre los candidatos a arzobispo primado de México llegaron a mi cuenta varios comentarios. En un extremo: la idea de que no llegue el priísta. En el otro, que llegue el que Dios quiera, él sabrá, y recuperando la Escritura, uno de mis antiguos profesores me dejó para reflexionar la frase evangélica "si yo quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué".

El análisis de los asuntos religiosos suele despertar emociones encontradas porque se enlaza con la fe. Por eso, para muchos, no es agradable reconocer que en la sucesión del Cardenal Rivera se ha desarrollado un juego de pesos y contrapesos. Como toda institución humana, la Iglesia tiene sus luces y sombras, que salen de vez en cuando. Ahora el asunto más notable es la sucesión de Norberto Rivera. 


Un arzobispo vinculado al poder político
El Papa se ha decantado por  Carlos Aguiar Retes, un obispo identificado con el PRI y con vínculos con políticos del grupo Atlacomulco. Sin duda era el candidato ideal para los políticos gobernantes actuales. Un arzobispo de aeropuerto que en los últimos dos años ha tratado de crear una imagen de cercanía al Papa Francisco y al trabajo popular saliendo a pasear en algunas zonas pobres de su arquidiócesis. Fue el candidato más fuerte para suceder a Sandoval en Guadalajara pero había dejado muchas cuestiones abiertas al dirigir la Conferencia del Episcopado Mexicano. 

En el camino se han quedado Rogelio Cabrera López y Francisco Robles. El primero, arzobispo de Monterrey, a quien se identifica en el grupo de Norberto pero hoy distanciado de él, aunque con fuerza por su compromiso con la pastoral de la Arquidiócesis de Monterrey. Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara. que se ha caracterizado por una presencia poco visible en los lugares en que ha estado. 

El elegido ha sido Carlos Aguiar Retes, que guardadas las distancias, tiene rasgos similares en su perfil a los de Norberto Rivera, particularmente su cercanía al PRI y  a los grupos políticos que han deteriorado el país. La filtración de la noticia ha dejado a la Conferencia del Episcopado Mexicano en silencio. A alguien no le gustó el nombramiento y lo filtró para desdibujar el anuncio. De cualquier modo, Aguiar asumirá el cargo sin grandes expectativas.

No parece creíble que Aguiar pueda realizar un cambio en la arquidiócesis dado su escaso trabajo pastoral, de menos de un año en la pastoral de a pie y muchos de escritorio. Una revisión rápida de su curriculum muestra que es un obispo de escritorio, de reuniones con políticos acostumbrado a escalar puestos. Dicen que el Espíritu Santo no se equivoca y que además asiste al Papa en este tipo de decisiones. Pues es lamentable constatar que al parecer -al menos en esta ocasión- las equivocaciones existen en ambos... la muestra: Carlos Aguiar Retes, será arzobispo primado de México. Al tiempo...

lunes, 4 de diciembre de 2017

Dos cardenales y dos propuestas

Juan Sandoval y José Francisco Robles, cardenales tapatíos. Imagen de Voanoticias.
La iglesia tapatía vive en una situación de tensión que se busca mantener en silencio, pero cada cierto tiempo aparecen señales que muestran el conflicto. Desde el 21 de abril de 1994 hasta el 7 de diciembre de 2011, Juan Sandoval gobernó la iglesia tapatía con una mano firme, que hizo del aspaviento y la corrección en público su mejor arma. Los medios de comunicación esperaban sus declaraciones. El tema era lo menos importante, sin embargo, un análisis detenido de los temas públicos que abordó en su episcopado, muestran un Sandoval queriendo hablar de política e influir en ella. Temas como la homosexualidad, los derechos humanos, los delincuentes, la muerte del cardenal Posadas, el adjetivo a los ministros de la Corte a quienes acusó de ser "maiceados", los conflictos con Marcelo Ebrad, el aborto, los feminicidios, el papel de las mujeres, la antipatía por la educación sexual, las declaraciones sobre las relaciones entre gobierno y narco, entre otros han sido punto de debate en distintos lugares. Sandoval pertenece a la vieja escuela que considera que ser conservador es estar en el lugar seguro y en posesión de la verdad. Sandoval no escucha, grita. Su modelo de iglesia es el del autoritarismo que quiere tener la última palabra en todo. 

Frente a él, se encuentra José Robles Ortega, un hombre más preocupado por ser titular de otra arquidiócesis que por dirigir la que se le ha encomendado. Fue nombrado arzobispo de Guadalajara el 7 de diciembre de 2011. Robles Ortega se ha caracterizado por trabajar sin obispos auxiliares promoviéndolos a otras diócesis, ha dejado el gobierno en manos de sus vicarios. Sus preocupaciones están centradas en la Conferencia del Episcopado Mexicano de la que es presidente desde 2012 y hasta finales de 2018, y en las comisiones a las que pertenece en Roma: Congregación de los Obispos, Comisión Pontificia para América Latina, y Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización.  Estas cuatro responsabilidades lo mantienen centrado en otros asuntos, por lo que su presencia pastoral es gris frente a la fuerza que a sus ochenta y cuatro años tiene Sandoval, quien después de seis años de haber dejado el gobierno de la Arquidiócesis tiene más presencia que el titular. 

Un ejemplo de la ausencia del cardenal Robles se encuentra en la Romería de la Virgen de Zapopan, el mayor evento religioso de la región centro-occidente del país, a la que sólo ha presidido en 2013 y 2016; mientras que el cardenal Juan Sandoval la presidió en 2012 y 2014. En 2015 correspondió al obispo auxiliar Juan Humberto Gutiérrez, en 2017 por José Guadalupe Martín Rábago, arzobispo emérito de León. Este comportamiento de Robles Ortega va más allá de los rasgos de discreción con los que se desempeña, y muestra un desplazamiento de la responsabilidad, para centrase en otros asuntos. Así, no es de extrañar que el Cardenal Sandoval -que nunca se fue del todo- adquiera notoriedad frente a una autoridad ausente. 

Ante la ausencia de Robles reaparecen las declaraciones de Sandoval, las cuales tienen un auditorio -del que no se sabe el alcance- que se expresa en movimientos como el de algunos católicos contra la escultura Sincretismo. La reacción de estos grupos muestra que le encuentran mayor sentido a las declaraciones de Sandoval que a las de Robles Ortega. Al mismo tiempo, grupos como México Guadalupano, Pueblo Guadalupano o medios como A nuestro valle de Jalisco, muestran su inconformidad por la escultura, y solicitan al margen de las autoridades religiosas oficiales, el retiro y destrucción de la imagen. Esto muestra que reconocen mayor fuerza a las frases de Sandoval que ha señalado que  la escultura, "es blasfemia de los que la pagaron, y es blasfemia de los que la defienden porque tenemos una ofensa permanente en esta ciudad católica que ama tanto y de corazón a la santísima Virgen María". 

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...