lunes, 23 de abril de 2012

LITURGIA y VIDA. Ecos de la Vigilia pascual ( II)


Nuevamente la Dra. Teresa Ochoa, Religiosa de Jesús-María, desde Mérida, 
comparte con nosotros la segunda parte de sus reflexiones sobre la 
Vigilia Pascual a la que ha llamado: "ecos de la vigilia". 
Ojalá sean útiles para pensar la vida pascual. 
Al final el recuerdo  del Pregón Pascual.


v El “ALELUYA” DE  PASCUA
En el silencio y oscuridad de la noche surge la luz de Cristo y estalla el canto del  “¡ALELUYA!”—silenciado durante la Cuaresma… signo de la victoria de Cristo sobre  la muerte y los poderes de la oscuridad… Al “hosanna” que sepulta a Cristo, responde el “aleluya” de su Resurrección. 

Para San Agustín, “aleluya”  es “expresión de bondad, de alegría, de gozo pleno, de dulzura y de suavidad”. Un niño lo ha expresado como “¡yupi!”.

Para nosotros, el “aleluya” de la Resurrección  es  “alegría” plena, profunda; no es como la alegría que ofrece el mundo… es como la luz de nuestras velas encendidas en el Cirio de Pascua, símbolo de Cristo, llamada  a difundirse, a   “contagiar” la Vida del Resucitado,  que hace triunfar al ser humano sobre la muerte y el mal. 

Esto coincide con el reciente mensaje  de Benedicto XVI a los niños reunidos en la Plaza de la Paz en Guanajuato:
“Dios quiere que seamos siempre felices. El nos conoce y nos ama. Si dejamos que el amor de Cristo cambie nuestro corazón, entonces nosotros podremos cambiar el mundo . Ese es el secreto de la auténtica felicidad.”

v  RENOVACIÓN DE LOS COMPROMISOS BAUTISMALES: RENUNCIA A SATANÁS Y PROFESIÓN DE FE
      Solemnemente,  de pie, sosteniendo nuestra vela encendida, hemos renovado nuestra propia vivencia del Misterio Pascual: hemos sido sepultados en Cristo en el Bautismo para vivir una vida nueva.  Para ello renovamos la renuncia a Satanás y proclamamos nuestra Fe en Dios Vivo y Verdadero,  y en su Hijo Jesucristo.
      Cuántas veces en la   Misa dominical, recitamos el Credo mecánicamente, sin percatarnos de la renuncia que supone nuestra fe. Podemos caer en un engaño, imaginando  que seguimos a Cristo sin renunciar en serio a los “anticristos”. San Ignacio de Loyola, en sus Ejercicios Espirituales, nos pone en guardia para prevenir o remediar esta falacia;  allí él ofrece una “Meditación de dos banderas” para conocer “los engaños del caudillo [Lucifer] … y la vida verdadera que muestra el sumo y verdadero capitán [Cristo]” .

Dice San Ignacio que Lucifer llama a    innumerables demonios y los esparce por todas partes, sin dejar persona alguna;  y los amonesta a “echar redes y cadenas: que primero hayan de tentar de codicia de riquezas, … para que más fácilmente vengan a vano honor del mundo, y después a crecida soberbia; de manera que el primer escalón sea de riquezas, el 2º de honor, y el 3º de soberbia, y de estos tres escalones induce a todos los otros vicios.” ( Ejercicios… 142)
     
San Ignacio nos muestra   las estrategias de Cristo, diametralmente opuestas a las de Lucifer: Cristo escoge personas, apóstoles, discípulos para militar bajo su bandera, encomendándoles que ayuden a todos a ascender por  tres escalones: “el primero, pobreza contra riqueza, el 2º, oprobio o menosprecio contra el honor mundano: el 3º, humildad contra la soberbia: y de estos tres escalones induzcan a todas las otras virtudes.” (Ibíd., 146)

Esta meditación ignaciana tiene toda la fuerza de la única lección explícita de Jesús en   el Evangelio: “…aprendan de mí, que soy apacible y humilde de corazón; y hallarán descanso….” (Mateo 11,29). “Descanso” aquí es sinónimo de “PAZ”, o “tranquilidad en el orden”, en la posesión del único Bien que satisface plenamente nuestros apetitos.  

Acojamos los raudales de gracia que nos ofrece Cristo Vivo, apacible y humilde; con Él superaremos  efectivamente y sin armas mortíferas, la violencia y tantos males socio-políticos que aquejan a nuestro México… entonces entonaremos con sentido y con plena felicidad el “aleluya” de la Pascua.

Teresa Ochoa Godoy,R.J.M.
Mérida, Yuc., abril de 2012.



sábado, 14 de abril de 2012

E c o s d e l a V i g i l i a Pascual


Comparto este texto de la Dra. Teresa Ochoa rjm

LITURGIA Y VIDA
E c o s   d e   l a   V i g i l i a  Pascual

v LITURGIA DE LA LUZ
En el silencio de esta noche, en un mundo que “gime con dolores de parto”, como dice San Pablo a los Romanos, de un parto que se prolonga… aparece la Luz de Cristo en su victoria sobre la muerte…
Nos dejamos iluminar por ella: Cristo vive en nosotros y a través de nosotros El desea  irradiar su Esperanza, su Amor su Alegría… Hoy nos repite como a sus discípulos: “¡No teman!”
La Fe nos dice: ¡Cristo vive, su luz supera la oscuridad, el mal no tiene la última palabra!
v 
LECTURA DEL LIBRO DEL GÉNESIS (1,1 SS)
           “En el principio creó Dios el  cielo y la tierra… que exista la luz… vio Dios que la luz era buena”…. En el momento de la narración de la creación del hombre, la postura de Dios Creador  toma otro cariz, allí  se percibe un íntimo barrunto  del Dios Amor, Uno y Trino, en estrecha relación, Unidad en la Pluralidad:   “Hagamos…”
           El amor es difusivo, llega hasta lo inconcebible: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza….  Hombre y mujer los creó el Dios Uno y Trino, en una íntima relación de de amor semejante al suyo; compartiendo su capacidad creadora de vida:  “Sean fecundos y multiplíquense…”
           Es repugnante la tergiversación de los grandiosos planes de Dios, cuando se llama “amor” a cualquier pasión sexual desordenada, haciendo de ese maravilloso don del sexo un mero instrumento de placer,  obedeciendo sólo a un impulso insaciable, bestial, --cuando llega a ser vicio— o, por lo menos por una debilidad malsana –por alejamiento de la fuerza y sabiduría de Dios, se encauza por sendas equivocadas,  dejando sólo un vacío que añora el vuelo hacia los altos valores del espíritu.  Porque Dios ha planeado el  ejercicio integral del amor del hombre y la mujer, en una unión conyugal creadora de vida, conducente a la auténtica felicidad.
   Y prosigue el libro del Génesis: “Que domine los peces del mar…las aves del cielo…”  El  Dios Amor desea compartir su Señorío sobre las creaturas con el hombre… Estamos llamados a la libertad de los Hijos de Dios, ¿por qué no empeñarnos en esta Pascua, en superar  nuestras grandes o pequeñas adicciones, que nos esclavizan? Jesús Resucitado nos invita a vivir su vida y a compartirla a nuestro alrededor, a trabajar en la construcción de un mundo mejor; pero, para ello,  miremos ante todo, nuestra propia realidad.
v 
CUESTION SOBRE LA LIBERTAD – EL MISTERIO DEL MAL MORAL

La voluntad humana tiene por objeto el bien, como la vista tiene por objeto la luz, o la inteligencia la verdad. Pero nuestra voluntad está hecha para el Bien Absoluto. Así  dice San Agustín: “Me hiciste, Señor para ti, e inquieto estará mi corazón hasta que descanse en ti.” En esta vida, percibimos directamente, sólo bienes limitados, no vemos cara a cara al el Bien Absoluto, a Dios. Por eso cabe la libertad de opción –podemos querer o no querer, querer esto o aquello. Y surge la posibilidad del mal moral;  aunque Dios nos da suficiente capacidad para buscarlo y conseguirlo, como la meta de nuestra vida, que nos hará plenamente felices, tenemos la terrible posibilidad de elegir soberbiamente el propio yo, de buscar una satisfacción egoísta  con desprecio a Dios y  su ley natural,  manifestada a través de la razón.
La realidad de nuestra fragilidad es evidente --se necesita estar en el colmo de la soberbia para no percibir nuestra impotencia cuando nos alejamos de Dios-- .  De allí la necesidad de su ayuda –que llamamos Gracia—, que Cristo nos ha ganado  a través de su vida, pasión, muerte y resurrección; y nos la sigue dando a través de su Espíritu Santo.
           Es por ello que, frente al mal que percibimos en nuestras familias, en nuestro México y en el mundo entero, repetimos confiadamente la invocación de la Vigilia Pascual al inicio del salmo 103:
           “¡Oh Señor, envía tu Espíritu que renueve la faz de la tierra!”

(Continuará)                                                                   Teresa Ochoa Godoy, R.J.M.

domingo, 8 de abril de 2012

Pascua: una fiesta más allá de conejos y huevos de chocolate.


La Pascua es una fiesta compartida. Desde su origen, el mandato bíblico gira en torno a una fiesta comunitaria. Los judíos debían celebrar en familia la cena de Pascua, y si se trataba de una familia pequeña, debían invitar a otra para cenar juntos, hasta dar cuenta del cordero sacrificado, en recuerdo del Paso del Señor.

Los cristianos, deudores de muchas de sus costumbres del pueblo judío, pero sobre todo de sus textos sagrados, y de la Promesa de Salvación, comenzaron haciendo lo mismo. El significado de la Pascua se ajustó para declarar la Pascua cristiana como el paso de Jesús de la muerte a la vida.
Lo que se mantuvo en ambas tradiciones fue la comunitariedad como elemento central para expresar la fe.
Así, los cristianos en la noche de Pascua, rezan alrededor del fuego nuevo, y en grupo escuchan 9 lecturas que preparan al anuncio gozoso de la resurrección.
La fiesta de la comunidad cristiana, se extiende cincuenta días en que la palabra “aleluya”, se escucha frecuentemente, como expresión de alegría. Por eso escuchar estos días, “Felices Pascuas” no es sólo asunto de huevos escondidos y de niños disfrazados de conejos. Se trata de reconocer la existencia de la vida y su posibilidad de recrearla en medio de la comunidad.
La Pascua en ambas tradiciones –judía y cristiana- refleja varias cosas que no se pueden perder de vista, aunque no se viva religiosamente: por una parte, expresa la fe del pueblo creyente en la presencia de su Dios enmedio de su historia; por otra, muestra la experiencia del pueblo que cree de manera comunitaria y construye a su modo, la comunidad; finalmente, la Pascua expresa el regocijo de saberse amado por Dios. Por eso, el saludo “Felices Pascuas”, es un elemento central de expresión de esta fe comunitaria en la acción de un Dios histórico que acompaña a los creyentes en la construcción de la vida.
Así que, “Felices Pascuas”
Publicado en Proyecto Diez 8 de abril, 2012

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...