martes, 28 de junio de 2011

El voto no tiene religión

El voto no tiene religión


Por: Arturo Navarro
La gran tentación de cualquier religión es la pretensión de orientar todo. Absolutamente todo: la vida privada, la vida íntima, la vida de las alcobas, la ropa, las comidas permitidas, las relaciones institucionales, la educación de los hijos, la manera de hacer política, de cerrar tratos, de dirigirse a Dios, de entrar en relación con los diferentes, los libros que se pueden leer, las películas que se pueden mirar… y últimamente la forma de elegir a los gobernantes.
 
Entre más estructurada es una religión, más líderes tiene, más rituales realiza y más generalizada se encuentra, se convierte en una mediación omnipresente para entrar en contacto con lo sagrado. El punto del debate ya no es entonces la trascendencia intuida y presentada por ella, sino la forma externa de realizar las cosas. La apariencia expresada como forma puede sustituir lo esencial, el fondo. Este es siempre el riesgo de las religiones.
Los mismos fundadores de los movimientos espirituales que luego derivaron en lo que hoy conocemos como religiones: Buda, Jesús, Abram… conocían de esta tentación y debilidad. Por eso se oponen a las estructuras que sustituyen y pervierten el capital simbólico que propone la religión.

¿Por qué ocurre esto? En principio porque en el corazón de los movimientos espirituales se encuentra la intención de orientar todo por criterios religiosos, lo que les impide ver el pluralismo y la diversidad como algo natural, incluso aunque los fundadores lo hayan planteado. De ahí, se sigue de manera directa la búsqueda de la homogeneidad: de criterios, de normas, de convicciones morales e incluso de criterios para votar. 

Esta tendencia se agudiza cuando las religiones se olvidan del elemento central que les dio origen, para refugiarse en la seguridad de los planteamientos de los repetidores de predicaciones religiosas que no aportan sino sólo comentan y condenan. Por eso los verdaderos teólogos de cualquier religión son percibidos como peligrosos, porque pretenden recordar siempre las utopías originarias de los fundadores de los movimientos religiosos y adecuarlas a los tiempos. Pensar entonces se vuelve difícil en las instituciones religiosas que se mueven en el tradicionalismo.

En México está de moda –pero no es asunto novedoso- que las instituciones religiosas insistan en orientar las políticas públicas. Para ello, basta revisar los comunicados oficiales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para tener claros los temas que le interesan. Pero apenas hace unos días (23 de junio) aparece en la red un enlace www.votocatolico.com que señala cómo votar y cómo no hacerlo. Se trata aparentemente de católicos anónimos, pero como se dice en México, la zorra se conoce por la cola; el referido sitio no puede ocultar su procedencia: los discursos, las imágenes, el modo de organizar la información y la forma de argumentar no dejan lugar a dudas. Detrás de este enlace se encuentra un grupo de católicos conservadores que se quieren hacer pasar por anónimos, pero de ello sólo tienen el nombre. Las autoridades electorales han de explorar la relación que existe entre las élites religiosas, sus páginas electrónicas, sus publicaciones y esta manera de intentar orientar el voto haciendo énfasis en la vivencia de valores católicos. Por supuesto, deberán darnos los nombres. 

El asunto no es nuevo. Una revisión de las cartas pastorales de los obispos y de la CEM en tiempos de elecciones dan cuenta de este esfuerzo negado casi siempre por orientar la política; por otra parte, la organización de Talleres para la Democracia en algunas diócesis, la revisión de los planes pastorales, los planteamientos en programas de radio y televisión, y las predicaciones de algunos líderes religiosos, permiten reconocer este esfuerzo constante que por momentos parece avivarse. 

Sin lugar a dudas como ciudadanos –los líderes religiosos y sus voceros laicos- tienen derecho a pronunciarse sobre los políticos, pero no deben olvidar que cuando emiten sus opiniones lo hacen en situación de ventaja frente a los demás ciudadanos que no tienen las mismas prerrogativas, ni el acceso a los recursos mediáticos como ellos. Con esto introducen un elemento de inequidad en el proceso electoral. Por otra parte, al pretender que la religión oriente los criterios políticos dejan abierta la puerta a la creación de un estado teocrático, aunque en apariencia siga siendo laico. Aquí está el peligro: un estado religioso es excluyente de otras formas de vida que no sean las que él mismo valida. ¿Eso es lo que se quiere para México?
Al responder no habría que olvidar que el voto no es religioso, sino ciudadano.

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Publicado el 28 junio 2011

Si los obispos no los descalifican, entonces los apoyan

Portal de http://www.votocatolico.com/ el 28 de junio 2011

Si el sitio http://www.votocatolico.com/ (que seguramente desaparecerá en los próximos días por las reacciones generadas en el ámbito público) no es católico, los guardianes de la ortodoxia y la catolicidad, es decir los obispos deben declararlo, descalificarlo y denunciarlo al menos en los medios, como lo han hecho con otros grupos como Católicas por el Derecho a Decidir, la teología de la liberación, la teología india, la teología negra, Leonardo Boff, Hans Küng, Arregín -al que llamaron agua sucia-, entre otros muchos.

Si el mensaje y las opciones políticas del sitio web aludido no son católicos, los obispos deben desmarcarse y anunciar públicamente que no es su intención apoyar a un cadidato (Luis Felipe Bravo del PAN), descalificar a otro (Alejandro Encinas del PRD) y dejar en entredicho al tercero (Eruviel del PRI).

De no hacerlo, corren el riesgo de continuar siendo señalados como interesados en la política partidista, esa que tanto se critica por considerarla corrupta. Pero sobre todo, no dejarán de ser percibidos como interesados en el establecimiento de un estado religioso que se imponga al Estado laico. Este ha sido su esfuerzo desde la Independencia, en el debate de la Reforma, en la discusión de la Constiución de 1917, en la Cristiada... y desde hace ya más de 25 años.

El balón está en su cancha, y dándoles el beneficio de la duda, tal vez los creadores del sitio web no han alcanzado a ver las consecuencias de su acto.

martes, 21 de junio de 2011

Sandoval parece despedirse pero sin alejarse...

Dice la fe popular que "nada se mueve sin la voluntad de Dios". Y cuando los que en el mismo decir popular sostienen que algunos "están más cerca de Dios" se deciden a hablar, parece que es la famosa voluntad de Dios la que se empieza a hacer presente.

Esto viene a colación para poner en su lugar una noticia que empieza a trascender a los medios respecto a la política eclesial: la sustitución de Sandoval como arzobispo de Guadalajara. 

La Iglesia, ordinariamente reacia a sacar información a la luz pública hace ya una semana que menciona con fuerza la sustitución del polémico arzobispo. Se percibe en el ambiente un tono de despedida, lo que indica para algunos analistas, que algo sabe sobre su sucesor. Algunos rasgos empiezan a definir el tono de despedida: después de su última enfermedad no ha  realizado las declaraciones conflictivas a que tiene acostumbrados a los tapatíos; además ha concedido entrevista a un medio que no ha sido particularmente cercano a él -como la revista Proceso-, por otra parte ha empezado a hablar del tema de manera constante; y en una iglesia donde no suele salir a la luz pública lo que los pastores no quieren, en estos días corre la noticia a nivel nacional de su sustitución.

Una lectura realizada con el famoso método expresado con la frase "leer los signos de los tiempos", permite varias consideraciones: el modo de proceder de Sandoval no es el habitual, lo que implica que hay algo en el entorno que le ha llevado a mantenerse con un bajo perfil; habla de su sustitución pero insiste en que se quedará en Guadalajara dando conferencias, lo que puede indicar que estará presente y actuando para que el sucesor no lo pierda de vista. Esto puede indicar el deseo de Juan de no irse o de mantener -como decimos en México- "a raya al sucesor", pues el hecho de impartir conferencias le permite mantenerse vigente y en un plano público. Finalmente informa que el sustituto llegará antes de fin de año -incluso antes de las vacaciones del Papa en Castelgandolfo- o ya lejanamente a principios de 2012: tono de despedida y de mirar con sospecha al sucesor. El estilo de la sospecha y el golpe a los adversarios -incluso a los de dentro- no le es ajeno: recuérdese la carta que envió a los obispos mexicanos cuestionando a uno de los candidatos más fuertes a sucederlo, Carlos Aguiar Retes. (leer carta aquí)
Estas tres consideraciones juntas pueden indicar que es posible que el sucesor ya esté nombrado, y que no sea del agrado de Sandoval, pero el modo de proceder eclesial le impide mostrarlo. Si las cosas no cambian demasiado y no hay agitación política, es posible que después de las elecciones de julio tengamos el dato del nuevo arzobispo.... pero es sólo una conjetura.

jueves, 9 de junio de 2011

Redes semánticas religiosas en torno a la prohibición

El mensaje religioso que gira alrededor de la prohibición se organiza en siete categorías, que constituyen redes semánticas propias –analizables cada una por separado-, a pesar de estar estrechamente vinculadas. Las redes semánticas localizadas en la investigación Prohibición, ética y religión son las siguientes: limosnas; motivación a escuchar el mensaje religioso; objetos, lugares y representaciones sagradas; la pretensión de orientar la conducta sexual y social; la oración del creyente; prescripción pastoral sobre los sacramentos y respeto a la casa de Dios.
En cada caso es posible encontrar subdivisiones, las cuales se presentan en el siguiente cuadro:

Redes semánticas 
Diversificación
Limosnas

1.       Lo que no está en venta pero que no se regala.
2.       La limosna por servicios religiosos sin mediar la relación directa con el sacerdote.
3.       La limosna para manifestar la oración y como garantía de estar en la presencia de Dios.

Motivación a escuchar el mensaje religioso

1.       Motivación bíblica.
2.       Cuestionamiento al lector.
3.       Invitación al lector.

Objetos, lugares y representaciones sagradas.

1.       Invitación al turismo religioso.
2.       Distinción y defensa de lo sagrado.
3.       Relación con lo sagrado.
4.       Peticiones para construir y cuidar los espacios sagrados.

La pretensión de orientar la conducta sexual y social

1.       Descalificación de las conductas pecaminosas.
2.       Invitación a vivir de acuerdo a indicaciones eclesiales.
La oración del creyente

1.       Oración por México.
2.       Oración individual.

Prescripción pastoral sobre los sacramentos

1.       Prescripciones basadas en la Instrucción General del Misal Romano (IGMR).
2.       Prescripciones procedentes de la interpretación del párroco.

Respeto a la casa de Dios

1.       El sentido del templo
2.       La participación en el culto y las conductas inapropiadas
3.       Cruzada contra la tecnología
4.       “No te lo pongas”. La preocupación por la ropa…


Cada una de las redes semánticas expresa un mensaje que se convierte en una emisión moral, que busca orientar la conducta del creyente.  

jueves, 2 de junio de 2011

La prohibición como punto de partida de las instituciones religiosas.

La fe como categoría central que expresa el encuentro entre el hombre y Dios, está a la baja para muchos. Basta recodar la presencia de los así llamados “autobuses ateos” que han causado un enorme revuelo en Gran Bretaña y España. Por otro lado, encontramos en el mundo católico una preocupación por hacer presente en la vida social y política un discurso religioso, que para muchos pierde su vigencia al no dar respuesta a los problemas de la vida cotidiana.

Entre los problemas que enfrenta el catolicismo mexicano se encuentran al menos cuatro asuntos: la simulación y el juego de la doble moral en la vivencia de lo religioso; el abordaje fundamentalista de los textos religiosos; el discurso religioso que presenta la propia voluntad de los ministros como voluntad de Dios; y la pretensión de situar a las instituciones religiosa por encima de los carismas, proponiendo una identificación entre institución y fe, y al mismo tiempo convirtiendo a las instituciones en inamovibles. Estos problemas generan otras dificultades como la fe al servicio de las instituciones, la identificación de los ministros como voceros de Dios, el servicio al texto religioso antes que al sujeto creyente, y la simulación como norma de vida que propone la doble moral. Uno de los mecanismos usados frecuentemente para orientar la vida de los creyentes es el discurso religioso centrado en la prohibición.

Cuando Jean Delaumeau describe la Europa del siglo XVI (Delumeau, 2002) señala respecto de la ciudad de Ausburgo una serie de acciones que permanecen presentes en el campo religioso mexicano 33 años después de que su obra vio la luz pública por primera vez. La narración sirve para ilustrar este análisis sobre la forma como opera la Iglesia Católica al emitir su mensaje previo a la participación en las celebraciones religiosas. Jean Delaumeau plantea acciones de resistencia que hoy han cambiado en la forma pero no en el fondo. Tales acciones a fuerza de ser constantemente ejercidas en México en el campo religioso se han convertido en simbólicas:

“Precauciones singularmente reveladoras de un clima de inseguridad: cuatro gruesas puertas sucesivas, un puente sobre foso, un puente levadizo y una barrera de hierro no parecen suficientes para proteger, contra cualquier sorpresa, a una villa de 60,000 habitantes […] En un país presa de las querellas religiosas, y mientras el Turco merodea en las fronteras del imperio, todo extranjero es sospechoso, sobre todo de noche. Al mismo tiempo, se desconfía del “común”, cuyas “emociones” son imprevisibles y peligrosas” (Delumeau, 2002, pág. 10)
La cita anterior permite ilustrar –en cierta medida- la situación que vivimos respecto a lo religioso, por eso, los hábiles mecanismos que protegían a la ciudad de Ausburgo tienen el valor de símbolo y pueden ser utilizados como referentes para el análisis. Tres cuestiones parecen estar a la base de la crisis expresada en la protección frente a: la cercanía de los otros, el miedo a los diferentes y sus propuestas y la invisibilidad del “común” es decir, de las emociones del pueblo creyente. En este análisis se perfila que una de las estrategias para enfrentar el miedo a los otros se expresa y fortalece en la prohibición.

La prohibición es un elemento que aparece frecuentemente en el lenguaje religioso. Se trata de un elemento fundamental para que los creyentes distingan que están en un espacio sagrado. Sin prohibición, lo sagrado no existiría, porque sagrado significa separado. Sin embargo las prohibiciones van tomando distintos matices en una sociedad que evoluciona. El fundamento de la prohibición es hacer que exista lo sagrado, que se presenta como cualitativamente distinto a lo ordinario, que pasa a llamarse profano. De esa forma, aparece en la mentalidad de los sujetos religiosos una separación que les permite ordenar el mundo: lo sagrado y lo profano.

Parroquia de Guadalupe, Puerto Vallarta
Si bien, como lo dice Eliade esta división del espacio y tiempo (en sagrado-profano) es útil para la existencia de lo religioso, cuando esta noción se proyecta/concretiza en términos de prohibiciones se genera una división en el creyente. La prohibición a fuerza de reconocer la diversidad, funciona paradójicamente en contra de ella, pues olvida la alteridad y asumir la diferencia, para centrarse en el polo de lo sagrado. Se trata de una propuesta religiosa en tiempos de crisis que propone “más de lo mismo”, que se retrae en lo que considera sagrado para evitar el diálogo y el reconocimiento de la posibilidad de la integración.

La prohibición de tipo religioso ordinariamente despierta aliados en búsqueda de perfección. La prohibición se ha convertido en el eje de muchos discursos religiosos olvidando la propuesta evangélica. Por otro lado la construcción de un discurso estoico que desprecia al cuerpo y lo ve como origen del mal, hace perder de vista que al principio “vio Dios que todo era bueno” y que el cuerpo es instrumento de realización.

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...