domingo, 29 de mayo de 2011

Religión e inseguridad. Agresión a obispos.

La violencia tiene muchas caras y formas de expresión. Una de las más cercanas por su impacto en la vida de la sociedad está llegando a todos los ámbitos, incluídos los ministros religiosos. La revista Proceso Jalisco de esta semana reporta el dato de las agresiones a sacerdotes y obispos católicos en la Provincia Eclesiástica de Guadalajara.

Llama la atención que los obispos no hayan denunciado ante las autoridades el tema, bajo el criterio de mantener la discreción. Tal conducta habría sido diferente en caso de que la agresión hubiera tenido un desenlace fatal.

¿Qué tienen en mente las autoridades de la iglesia católica cuando deciden ocultar o recomendar el silencio ante la agresión? El riesgo es que el silencio que surge como solidaridad ante el agredido, para no exponerlo al escrutinio de los medios de comunicación, se pueda transformar en silencio cómplice. Veamos como explican ahora su proceder y cómo se posicionan ante el clima de violencia.

La información publicada en el artículo Alerta roja en el norte de Jalisco señala:


Agresión en la sierra

Hombres armados que montaron un falso retén le dispararon a la camioneta en la que viajaba el religioso José de Jesús González Hernández, obispo de la Prelatura del Nayar, en la región huichola, comprendida entre Jalisco, Nayarit y Zacatecas, que es jurisdicción de la provincia eclesiástica de Guadalajara.


El atentado se realizó al mediodía del jueves 12, en el tramo carretero que va de Huajicori a Acaponeta, Nayarit, adonde los religiosos se dirigían para una visita pastoral. En el vehículo, conducido por el franciscano José Luis Gómez, párroco de Huajicori, quien también se desempeña como vicario pastoral, viajaba una persona más.


Testigos consultados por este semanario afirman que los pistoleros hicieron señales para que detuvieran la camioneta, pero los tripulantes no se dieron cuenta de nada hasta que el vehículo recibió los balazos de alto calibre. Entre insultos, los pistoleros les ordenaron que bajaran con las manos levantadas, y aunque al percatarse de que eran ministros de culto los dejaron en libertad y hasta se disculparon, les advirtieron claramente que no debían denunciar la agresión ante la policía.


Este hecho se enmarca en la ola de violencia que padece esta región serrana.


Fuentes cercanas a la arquidiócesis tapatía confirmaron la agresión al obispo. Informan que el prelado José de Jesús González se lo comunicó a autoridades eclesiales como la Nunciatura Apostólica, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quienes le recomendaron que no diera a conocer el hecho a los medios de comunicación.


José de Jesús González Hernández, franciscano originario de Ezatlán, Jalisco, cumplió un año como obispo de El Nayar en febrero pasado. Anteriormente fue misionero en Mozambique, África, durante cinco años.


El silencio de la Iglesia católica al respecto es absoluto. Ni siquiera en el Centro Católico Multimedial (www.ccm.org.mx), en el cual se documentan otras agresiones a sacerdotes, se menciona el caso de González Hernández. El último que registra el Informe de Ataques a templos sagrados es el que se perpetró hace poco más de un año contra la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, de la capital de Nayarit.


En el mencionado sitio electrónico se dice que agentes federales irrumpieron en el recinto religioso cuando se oficiaba una misa de cuerpo presente para dos personas ejecutadas. “El operativo provocó pánico entre los fieles que se encontraban en el acto religioso; más tarde, la Procuraduría General de Justicia de Nayarit informó que personal de la Unidad de Combate al Narcomenudeo y Ejército buscaban a un presunto vendedor de droga”, se afirma.


Dada
El 5 de febrero pasado, el diario Zócalo publicó que el obispo Alonso Garza Treviño fue amagado por presuntos zetas cuando viajaba por la carretera ribereña hacia Piedras Negras. El jerarca católico reveló que los agresores decidieron dejarlo con vida cuando se dieron cuenta de su investidura religiosa.
Después del grave incidente, Garza Treviño declaró: “Doy gracias a Dios por haber tenido esta amarga experiencia de ser amagado en una carretera de la región, porque de esta manera conozco los sucesos que vive mi pueblo y mi diócesis”.

Dos días después el obispo de Saltillo, Raúl Vera, declaró al mismo periódico que él incluso ha sufrido extorsiones del crimen organizado: “Nadie en este país está protegido, nadie; todos estamos expuestos a ser víctimas de lo que se les ocurre a quienes quieren sacar dinero fácil. Este país está abierto a toda impunidad. Sé del peligro en las diócesis de Nuevo León y Matamoros; sé todos los riesgos que hay en la Ribereña, es una de las zonas que están vedadas”.

El Centro de Comunicación Multimedial publicó recientemente, en un documento titulado Creciente agresión contra sacerdotes en México, que desde 2006 se han registrado 13 asesinatos de curas, y que el año pasado más de mil sacerdotes fueron víctimas de intento de extorsión y cerca de 162 fueron amenazados de muerte.

Las entidades con más delitos contra sacerdotes son el Distrito Federal, Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Michoacán, Hidalgo, Aguascalientes, Coahuila y Puebla (Proceso 1798). (Con información de Víctor M. López.)
Finalmente, y a una semana de la difusión de la noticia el vocero del Arzobispado de Guadalajara reconoce que conocían la información. Nuevamente la Revista Proceso Jalisco da cuenta del asunto.





jueves, 19 de mayo de 2011

Una lectura de los movimientos en el CELAM

Este jueves 19 de mayo se ha nombrado al arzobispo de Tlalnepantla Carlos Aguiar Retes como Presidente del CELAM (Conferencia del Episcopado Latinoamericano). Se trata por una parte del reconocimiento al trabajo que realiza como Presidente de los Obispos en México, y al mismo tiempo se cubre el espacio que deja Leopoldo González obispo auxiliar de Guadalajara. Se trata de mantener la correlación de fuerzas en el CELAM. Al mismo tiempo se promueve a otro arzobispo Víctor Sánchez Espinosa de Puebla. 

Con esto cambia la correlación de fuerzas en el episcopado mexicano pues los dos arzobispos adquieren mayor importancia al tener la representación de los obispos mexicanos en América Latina y ante el Vaticano. Con ello Aguiar Retes tiene acceso directo a las instancias vaticanas que definen la sucesión en Guadalajara. Y si bien no es políticamente correcto autoproponerse, Aguiar Retes es un candidato natural al entrar en este puesto.

Por supuesto que no todo es correlación de fuerzas por las consultas que de acuerdo con el Derecho Canónico vigente desde 1983 se realizan para nombrar arzobispo. Se consulta a los cardenales, arzobispos, obispos de la circunscripción, y si el nuncio lo desea podrá consultar a algunos sacerdotes y laicos pero no está obligado. De esta manera la voz cantante en la sucesión para Guadalajara es la de los 18 arzobispos y los 3 cardenales. Además de los obispos de Colima, Autlán, Ciudad Guzmán, Guadalajara, Aguascalientes, San Juan de los Lagos, Tepic y El Nayar.

Si bien los obispos de la Región Occidente (Provincia eclesiástica de Guadalajara) tienen una relación cercana a Sandoval Iñiguez pues han sido promovidos por él para el puesto que tienen, o al menos mantienen una relación cercana con él; es posible que la voz de mayor peso sea la de los arzobispos. Al parecer, Aguiar Retes dados sus conocimientos de Guadalajara (nace en Tepic Nayarit), sus altos puestos desde el 2000 en el CELAM y la CEM, sus conocimientos de biblia, y su ejercicio pastoral discreto, poco a poco va tomando la delantera en la sucesión de Guadalajara.Las consultas ya iniciaron y Sandoval considera que pronto será sustituido. El obispo Aguiar Retes es un buen candidato, sobre todo para una diócesis que aunque el cardenal diga lo contrario, se encuentra en serios problemas; entre otras cosas por el ejercicio autoritario durante 16 años.

Por supuesto que otras voces insisten en que el nombramiento de Aguiar lo aleja de esta responsabilidad. No lo veo así, al menos por el momento.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El pluralismo existía en los orígenes ¿qué les pasó?

Hace unos días se realizó en Guadalajara una marcha de católicos conservadores con la intención de influir en los diputados locales para legislar con criterios religiosos, justificándolos en el concepto ley natural. Al respecto debo decir que llama la atención el deseo de estos grupos conservadores que llendo contra la tradición originaria de los cristianos de vivir en una sociedad y un mundo plural, hoy le tengan miedo a la diversidad del tipo que sea. Comparto mi reflexión:


Fuente: Proyecto Diez
La religión tiene varias caras. Una de ellas es la de la esperanza que impulsa a vivir con un fuerte sentido de futuro, y otra la de censora de las buenas conductas morales. Por supuesto que existen muchos matices y caras, pero quiero detenerme en ésta última, porque es la gran tentación de muchos creyentes. Las razones para ello parecen encontrarse en el enorme valor que las creencias tienen, y en la suposición de ser una verdad absoluta. Independientemente de estar o no de acuerdo con ello, el problema es que todas las religiones proceden de la misma manera: se consideran poseedoras de la verdad absoluta, y por lo tanto excluyen otras formas de mirar la realidad y asumen que deben orientar a todos. Difícilmente aceptan la pluralidad religiosa, mucho menos encuentran razones para aceptar otro tipo de diversidad.

Este modo de proceder que se suele presentar como preocupación por todos, por conservar las formas, por defender la tradición, e incluso por orientar todos los ámbitos de la vida, es profundamente violento por más que se use un lenguaje que invoque al “amor y la verdad”.

Una rápida mirada a la historia puede dar una sorpresa. En los inicios del cristianismo, antes de que la expresión iglesia fuera de uso generalizado, la vida de los creyentes cristianos causaba controversia entre los romanos, los judíos y otros pueblos. Así nos lo hacen saber Tácito, Plinio, Suetonio y Flavio Josefo. En el siglo I y II la respuesta a la pregunta ¿qué es ser cristiano? No era compleja, incluso la palabra cristiano no tenía la carga negativa que tiene para muchos católicos –espero que de buena fe- que consideran que cristianos son únicamente los llamados hermanos evangélicos y que los católicos no son cristianos. Pues bien, en los inicios la respuesta a la pregunta ¿qué es ser cristiano? no era compleja porque los ritos y las costumbres eran simples. No había discusiones dogmáticas del mensaje de Jesús, y estaba más o menos cercano –y por lo tanto presente en la memoria colectiva- el momento fundante del cristianismo. No habían aparecido aun las estructuras eclesiales, las vestimentas sacerdotales, no había ocurrido el conflicto de las imágenes, la discusión de la autoridad sacerdotal, el problema de los dogmas, de la infalibilidad del papa, de los procesos para invalidar matrimonios, la exigencia de asistir a las pláticas presacramentales corriendo y cayéndose de sueño una semana antes de la celebración para cumplir con el requisito, más aun, no había aparecido el papado, ni Roma (bueno ya estaba ahí pero no era la sede del Papa) ni existía el Vaticano, ni los nuncios, arzobispos, cardenales vestidos de rojo y la plaza y la Basílica de San Pedro con el David y las pinturas de la Capilla Sixtina… incluso, no había aparecido el adjetivo católico aplicado a una institución y era apenas una nota de identidad de la Iglesia a la que se definió un siglo y medio después como una, santa, católica y apostólica. Nótese que no decía romana.

La respuesta era sencilla pues no había mucho con qué distraerse, y la respuesta hacía alusión a la forma de vida. Un texto de finales del siglo II dice lo siguiente: “Habitan en la propia patria como extranjeros. Cumplen con lealtad sus deberes ciudadanos, pero son tratados como forasteros. Cualquier tierra extranjera es para ellos su patria y toda patria es tierra extranjera. Se casan como todos, tienen hijos, pero no abandonan a sus recién nacidos. Tienen en común la mesa, pero no la cama. Están en la carne, pero no viven según la carne. Habitan en la tierra, pero son ciudadanos del cielo. Obedecen a las leyes del Estado, pero, con su vida, van más allá de la ley. Aman a todos y son perseguidos por todos… “

Al parecer estos primeros cristianos aprendieron a serlo en un mundo plural, en una sociedad diversificada, y aprendieron a respetarla ¿Qué pasó entonces? ¿Dónde se perdió la brújula?

Tengo la hipótesis de que la preocupación por la ortodoxia, por adecuar el lenguaje evangélico a las categorías griegas hicieron una parte: centrar la vida cristiana en la ortodoxia y no en la práctica; en el miedo al cuerpo, a la sexualidad, en el pecado, en la uniformidad; y no en la libertad, la toma de decisiones y el respeto a la diversidad.

Cuando la religión se convirtió en la propuesta única, se desconoció la diversidad, y como consecuencia se ha pretendido homogeneizar a la sociedad. El problema es que la sociedad sigue siendo plural y cada vez menos religiosa, al menos se mueve con más rapidez hacia fuera de las formas institucionalizadas de la religión.

Esto no parece ser comprendido por la iglesia católica y los creyentes más tradicionalistas, que siguen buscando que se legisle con la biblia en las manos. Por supuesto que los creyentes tienen derecho a vivir su fe y la moral que ésta les impone, pero en una sociedad plural no se puede pretender que los no creyentes asuman las normas religiosas. Una sociedad que es diversa en su conformación y sus opciones ha de conducirse por acuerdos mínimos que garanticen al creyente y al no creyente vivir al máximo sus opciones, aunque no sean las mismas.

La marcha de ayer -14 de mayo de 2011- a “favor de la familia” en Guadalajara, y la pretensión de una ley con tintes religiosos son dos ejemplos que muestran lo complejo que resulta una sociedad que pretende orientar su vida con discursos religiosos. Se trata de un acontecimiento que se sostiene en la violencia simbólica que desconoce al otro y sus opciones. Por supuesto que estos 5000 creyentes que salieron a las calles tienen derecho a salir y a mostrar sus convicciones, pero los que piensan diferente también. Esto no parece que pueda suceder si los creyentes católicos no regresan a los orígenes de su fe, donde vivir en la pluralidad de costumbres era una característica y un distintivo que no les generaba problema.

En una sociedad plural hay cosas más importantes que orientar la moral.

lunes, 16 de mayo de 2011

El caso Maciel ensucia la beatificación


Fuente: Proceso

Proceso Jalisco en su edición del 8 de mayo del 2011, núm. 1801 publica un artículo sobre la relación entre Juan Pablo II y Marcial Maciel. En él se recogen las reacciones a la filtración de documentos sobre Maciel que datan de los años 50.

Participan en la entrevista: Mtra. Magdalena Glz. Casillas (UdeG), Dr. Juan Diego Ortiz (UdeG), Pbro. Tomás De Híjar Ornelas (Seminario de Guadalajara), y Mtro.. Arturo Navarro (Iteso)

lunes, 9 de mayo de 2011

¿Incapacidad de caminar juntos?

Fotografía: Proyecto Diez
Este mediodía, participamos en la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, convocada por el poeta Javier Sicilia. El color blanco, el silencio y las bocas con cinta para evitar pronunciar una palabra, eran rasgos comunes en la mayoría de los participantes. Los medios de comunicación como siempre, sobre todo las televisoras avanzaban en sus vehículos. Los fotoperiodistas tomaban placas de distintos aspectos de la marcha. La nota periodística estaba en la caminata y en el silencio.

Estuvieron todos los que quisieron y además pudieron llegar al centro de la ciudad, pero mirar a contraluz permite ubicar las ausencias de algunos, al menos como grupo. Entre ellas, la ausencia de los que se han formado para acompañar al pueblo “en sus gozos y esperanzas, en sus dolores y problemas”.

Al menos en Guadalajara, los religiosos, las monjas, los sacerdotes, los obispos y los movimientos creyentes como grupo social consolidado no estuvieron presentes, como si se pudo reconocer en otras ciudades del país. Cierto que se trataba de una manifestación sin partidos o religiones, pero podían haber participado como ciudadanos. Las iglesias evangélicas que también pregonan su fe mediante calcomanías y figuras del pez de los orígenes del cristianismo en vehículos, no se vieron tampoco como grupo que tiene ya una fuerte presencia en la zona metropolitana. Mucho menos movimientos de corte oriental como los budistas, kundalini, hare krishna, taoístas, o los grupos preocupados por la armonía y el crecimiento espiritual. Tampoco los movimientos de mexicanidad que esperan una transformación de la conciencia en 2012. Tampoco se hicieron presentes movimientos que intentan acercamientos para dialogar como Carpe Diem Interfe o los grupos interreligiosos que se han creado en Guadalajara. Por supuesto que a título personal se podía ubicar a creyentes de distintas confesiones, que encuentran en su fe la motivación para actuar; pero no estaban presentes como instituciones que tienen una postura clara ante el problema de la inseguridad y la violencia.

No se trataba de una manifestación de religiosidad, pero el asunto de la paz, es uno de los pocos lugares y conceptos en que los creyentes pueden acercarse sin descalificarse. No lo hicieron. Y finalmente no es que a los que estaban presentes les hicieran falta, pero con ello quedan de manifiesto las asimetrías que muchas religiones tienen respecto de las cuestiones que interesan a todos, y que hacen posible la existencia de la diversidad religiosa: la paz con justicia y dignidad.

La capacidad de hablar de Dios no parece que sea sólo discursiva. Ya los mexicanos lo entendemos cuando decimos “de lengua me echo un taco”, pensando que la coherencia entre el decir y el hacer es fundamental.

¿Dónde estaban los grupos religiosos que hablan de un Dios de paz? Seguramente en domingo –al menos en Guadalajara- preocupados por el cumpli-miento de sus sacramentos, ordenanzas, asambleas dominicales o como cada uno le llame. Tal vez preocupados por rezar, pero es en circunstancias como ésta  cuando resuena con toda su fuerza aquella melodía con casi treinta años de antigüedad, y que muchas religiones consideraron irreverente: “No basta rezar, hacen falta muchas cosas para construir la paz”…

¿Qué reflejan las ausencias de los grupos confesionales? No se puede construir una respuesta en una sola dirección, pero al menos se puede concluir que se tienen otras ocupaciones; porque sería preocupante que sus ausencias se deban a desinterés o incapacidad de caminar juntos.

Publicado en Proyecto Diez

sábado, 7 de mayo de 2011

Una palabra de los obispos sobre la violencia

Dos días antes de la culminación de la Marcha por la Paz convocada por Javier Sicilia,  finalmente los obispos han emitido un comunicado para sumarse a ella. Al mismo tiempo se ha visto a Mons. Raúl Vera op acompañando a los manifestantes en el primer día. Se trata de una buena señal de al menos un miembro del episcopado, sin embargo habrá que estar atentos a ver cuántos obispos más se suman a la marcha, para que el comunicado no quede en una postura correcta solamente.

jueves, 5 de mayo de 2011

Los religiosos toman opción

La vida religosa en México, durante mucho tiempo ha caminado adelante de los obispos, incluso en ocasiones a contracorriente. Cierto que no se puede generalizar pues han aparecido congregaciones o pequeños grupos religiosos de corte conservador. Pero cabe destacar un hecho: frente al silencio de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los religiosos y religiosas de México toman posición para participar en la marcha contra la violencia para exigir cambios en las políticas del gobierno. 

No se trata de un hecho menor, y sin embargo ha pasado desapercibido por los medios. Se trata de un gesto profético que conviene destacar. A continuación se presenta la carta en la que destacan la denuncia  profética y el compromiso de participar:
Como Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México invitamos a los miembros de la Iglesia católica y de las demás comunidades cristianas, en particular a los integrantes de nuestras congregaciones, a participar, dondequiera que estemos, en la marcha silenciosa que culmina el 8 de mayo en la Ciudad de México.
A ver si van aprendiendo los obispos a moverse de su posición cómoda de observadores de la vida nacional, para acercarse a sus comunidades de manera concreta y efectiva.
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Comunicado de la CIRM[1] al Pueblo de México

Tlalnepantla, 1º de mayo de 2011

Los Superiores Mayores de religiosas y religiosos de México reunidos en su 46ª Asamblea Nacional, bajo el lema «Escuchemos a Dios donde la vida clama», preocupados por la situación que vive nuestro país, nos dirigimos al Pueblo de México.
Constatamos que, a la desigualdad e injusticia históricamente arraigadas en nuestro país, se ha sumado en estos últimos años una escalada de violencia que alcanza ya 40,000 muertos, con los consecuentes efectos en las familias, comunidades y en la nación entera.
Denunciamos la cultura de ilegalidad que lleva a la sistemática violación de la dignidad humana, de la vida y de la paz, todo esto agravado por la corrupción e impunidad que imperan en nuestro país. Con esto queremos decir: basta ya de tanta violencia y crueldad vengan de donde vengan, basta ya de tanta sangre derramada, basta ya de corrupción e impunidad.
Como Vida religiosa, optamos por la no violencia. Nos comprometemos a vencer nuestros miedos, a salir de nuestras indiferencias, a romper nuestros silencios, a avivar nuestra fe y a fortalecer nuestra esperanza, para ser, junto con nuestro pueblo, constructores de vida digna, de justicia y de paz.
Las religiosas y religiosos de México nos solidarizamos con las víctimas de toda esta violencia, compartimos su dolor y queremos brindarles consuelo. Nos unimos al movimiento ciudadano que se está gestando en nuestra sociedad, para detener esta espiral de violencia, abrir caminos de reconciliación y buscar alternativas de vida.
Exigimos al Poder Legislativo que escuche a la sociedad y apruebe una ley de seguridad que verdaderamente garantice el respeto a la dignidad de las personas y una ley laboral que garantice los derechos de los trabajadores. Exigimos al Poder Ejecutivo una profunda revisión de las políticas que está implementando ante el problema del narcotráfico y crimen organizado. Exigimos al Poder Judicial una lucha contra la corrupción, una aplicación justa de la ley que respete los derechos humanos y cuide a los inocentes.
Nos unimos a quienes están reclamando la participación activa y vigilante de la ciudadanía, como el principal medio para crear caminos de futuro y esperanza para nuestro querido México.
El testimonio de Javier Sicilia –quien estuvo presente en un momento de nuestra Asamblea– nos motiva a unirnos a este movimiento ciudadano que busca detener la violencia y reclamar un clima de paz para el país. Como Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México invitamos a los miembros de la Iglesia católica y de las demás comunidades cristianas, en particular a los integrantes de nuestras congregaciones, a participar, dondequiera que estemos, en la marcha silenciosa que culmina el 8 de mayo en la Ciudad de México.

Por la Asamblea Nacional de la CIRM:
Silvia Conde, SA y Fernando Torre, MSpS
Presidentes


[1] Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México, A.R.

¿Quién puede llenar las sotanas de arzobispo?

La ciudad de Guadalajara está cercana a estrenar arzobispo.  Los cuatro años de gracia que se habían dado a Sandoval están por terminar. Hay muchos asuntos pendientes y por resolver. Entre ellos la construcción del santuario de los mártires,  la resistencia silenciosa de muchos clérigos a las decisiones del arzobispo, la pastoral con énfasis en lo social, y la redefinición de la relación de la iglesia con el estado.

Ya habrá tiempo de realizar un análisis detenido del ejercicio episcopal de Sandoval, y de cada una de estas cuestiones; pero en este momento, lo que se debate es quién puede llenar las sotanas de arzobispo. Los nombres que más circulan en los ambientes clericales son dos: el de Leopoldo González y el de Javier Navarro. Leopoldo González es obispo auxiliar de Guadalajara con experiencia en el seminario, en la universidad, en la pastoral –fue párroco de Santa Cecilia-, y se ha movido en las altas esferas del poder político de la Iglesia, en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y en la Conferencia del Espiscopado Latinoamericano (CELAM) donde es Secretario General. A él se le ha pedido que al terminar este servicio  regrese a Guadalajara. Javier Navarro Rodríguez es obispo de Zamora. Tiene como mérito el haber dirigido una de las diócesis más complejas por los recursos que maneja y la religosidad popular: San Juan de los Lagos. Su labor en Zamora ha sido apagar fuegos lo que ha logrado medianamente. Por supuesto no tiene la misma experiencia que Leopoldo, pero está en la jugada.  Un tercero ubicado a una distancia razonable es el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello. Sin embargo los conflictos en su diócesis y la distancia que tiene actualmente de Sandoval y del clero tapatío no hacen viable su nombramiento. 

En principio se espera un clérigo tapatío, pero como cuando llegó Posadas Ocampo, puede suceder que el nuevo arzobispo llegue de fuera. ¿De qué depende esto? En principio de que uno de los dos que proponen la terna ante la Sagrada Congregación para los Obispos gane: el actual arzobispo o el nuncio. Si gana la terna del arzobispo el sucesor será tapatío; si gana el nuncio podría venir de fuera, salvo que lleguen a un acuerdo. 

Sin embargo, como en todas las cuestiones eclesiales, hay que leer signos y señales que a veces son más fuertes que los discursos, por lo que todavía durante unos meses seguiremos preguntándonos ¿quién puede llenar las sotanas de arzobispo?

Publicado en Proyecto Diez.

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...