domingo, 27 de junio de 2010

Sin piedad con los legionarios

Hoy ha aparecido en el sitio Religión Digital un artículo de José Manuel Vidal con una argumentación fuerte sobre el futuro de los legionarios. Se trata de un cuestionamiento profundo sobre la existencia de este movimiento y plantea su desaparición. Algunos lectores probablemente puedan estar en contra pero esta es una palabra que ha de considerarse en el conjunto del debate por la refundación de este grupo. Para leer el artículo completo pinche aquí.

jueves, 24 de junio de 2010

Nuevo espacio para pensar el hecho religioso

Un grupo de académicos interesados en el diálogo sobre cuestiones religosas, particularmente aquellas que tienen que ver con la fe y la cultura, el pluralismo religioso, la crisis de los movimientos religiosos y los desafíos que se presentan a las religiones ha puesto en la red un sitio donde prometen publicar las reflexiones, discusiones y conferencias que desarrollan.


El sitio acepta que otros académicos participen con sus planteamientos. Todos pueden subir sus comentarios.
El sitio se llama: Diálogos Fe y Cultura. Tienen correo electrónico dialogosfeycultura@gmail.com

miércoles, 16 de junio de 2010

Sacerdotes castrenses en México: son una realidad.

Las últimas semanas, Bernardo Barranco ha publicado sus impresiones sobre un obispado castrense en México. Lo hace como si fuese algo nuevo. Esto no es verdad, pues desde hace años (22 de octubre del 2001), en la Conferencia del Episcopado Mexicano existe el proyecto de formar un cuerpo clerical que atienda a los militares y en un futuro cercano nombrar un obispo castrense. El dato más preciso es que el Pbro. Leonardo Rojas Pérez, es el Responsable de la Corporación de Clérigos Castrenses y ostenta el cargo de Secretario de la Dimensión de Fuerzas Armadas de la CEM. Esta Corporación fue fundada por Mons. Hilario Chávez Joya, "Fundador y Primer Obispo de la Diócesis de Nuevo Casas Grandes. Garante de la Sociedad de Vida Apostólica “Cruzados de Cristo Rey”, fundador de la “Corporación de Clérigos Castrenses”.

Se trata de un proyecto de largo plazo (que arranca aparentemente en la Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano de Noviembre de 1999 aunque ya hay datos de este asunto desde 1985 e incluso desde 1971), como suele ocurrir con la política de la iglesia católica romana, para influir en las fuerzas armadas a partir de la supuesta predicación del evangelio. En este momento, tienen tres Capellanías Militares: Ntra. Sra. de Guadalupe en la Arquidiócesis de Tlalnepantla, Santa María Goretti de la Diócesis de la Paz, y la Santa Cruz en la Diócesis de Cuernavaca.
El principio supremo de los Clérigos Castrenses (art. 24 de sus Estatutos) es la subordinación a los obispos y no al Estado Laico, según indica el siguiente texto: “En tiempo de Sede Episcopal impedida por cautiverio, relegación y destierro, por persecución religiosa, de tal manera que el Obispo no pueda gobernar su Diócesis ni por carta, ni por algún sacerdote, los Clérigos Castrenses, al no poder comunicarse con el Obispo Responsable de la Pastoral Militar, no han de obedecer a ninguna potestad temporal; harán todo guardando fidelidad a la Conferencia del Episcopado Mexicano y al magisterio de la Iglesia según lo prescriben los cánones 750, 752 al 754; y, solamente obedecerán al Supremo Pontífice Romano, Sucesor de San Pedro y Vicario de Cristo en la tierra”. Lo anterior indica que no se trata de un proyecto que apuntale la separación Iglesia y Estado, sino de un claro propósito de intervención.
 
Un análisis iconográfico del escudo de dicha Corporación de Clérigos Castrenses, muestra la corona formada por torreones, símbolo de Cristo pero con poder terrenal al que se someten los elementos del cuerpo del escudo: el papa y las fuerzas armadas en sus distintas áreas (aire, tierra y mar), con la intención de instalar la "paz de Cristo en el reino de Cristo" según reza el lema. El nombre de la Corporación de Clérigos Castrenses por  encima del mismo escudo muestra la posición que pretende este grupo: situarse por encima -y en lugar privilegiado- de toda instancia laica e incluso eclesial con la intención de ser portadores de su mensaje. El fondo blanco y amarillo del centro del escudo, hablan del Vaticano como instancia que atiende a las fuerzas armadas.
 
Es importante señalar que a diferencia de otros grupos religiosos, éste no se identifica como Congregación o Sociedad de Vida Apostólica, sino como Corporación, con lo que da idea de cuerpo militar que se ubica por encima de las fuerzas armadas a las que dice servir. "La Corporación tiene su Sede Nacional en la Capellanía Militar de Ntra. Sra. de Guadalupe por convenio celebrado con el Sr. Arzobispo de la Arquidiócesis de Tlalnepantla. Está ubicada en la calle Joselillo núm. 28, Col. El Parque, Naucalpan, Edo. de México. Y está adscrita en la Diócesis de Nuevo Casas Grandes donde el Sr. Obispo es MONS. GERARDO DE JESÚS ROJAS LÓPEZ".

El escudo envía un mensaje claro a la sociedad mexicana: la Corporación Clérigos Castrenses situada por encima de Dios, de la iglesia y de las fuerzas armadas, es la instancia que indica/predica/difunde el mensaje que ella entiende como cristiano a las fuerzas armadas, sus empleados y familias, con la intención de establecer el reino de Cristo entre dichas instancias militares.
 
Si bien pueden existir otras interpretaciones, ésta es una más que puede dar alguna pista para analizar la importancia de estas acciones y la influencia que tendrán en el Estado Mexicano.
 
Por otro lado, en este mismo asunto habrá que revisar también el papel de la Sociedad de Vida Apostólica Cruzados de Cristo Rey de corte ultraconservador también fundada por Hilario Chávez Joya el 8 de abril de 1991 (aunque tiene sus orígenes en 1971) con la intención de "extender el Reino de Cristo (es) lo que llevó a la S.C.C.R. a expresar en ocasiones su finalidad como “santificación de la política sin ser políticos” o “santificación de la autoridad”

jueves, 10 de junio de 2010

Conversión de la Iglesia a Jesús

Josè Antonio Pagola se ha convertido en referente para muchos cristianos que buscan recuperar el sentido de la fe en una sociedad en crisis. En la revista Frontera, n. 51 ha publicado un artículo que vale la pena leer: Conversión de la Iglesia  a Jesús para pensar las posibilidades de renovación de esta confesión religiosa.

El artículo puede leerse completo en esta liga.

lunes, 7 de junio de 2010

Luis Del Valle: comprometido con su fe.

El día de ayer murió Luis Del Valle sj, jesuita, teólogo de la liberación y hombre comprometido con el trabajo de hacer Iglesia, según una de sus expresiones. Su frase: "Lo primero: ser hermanos, después todo lo demás", puede ser el resumen de su opción de vida.
Muchas cosas existen en la red, un espacio en el que incursionó para difundir su pensamiento:

El texto de Francisco Gómez Maza, refleja el sentir sobre este hombre: "Mi querido Luis del Valle – lo conozco y lo quiero desde todo el tiempo – es de esos seres desprendidos, solidarios, profundos, que renunció a las ventajas de ser señor, barón, dueño (Su apellido es de “alcurnia” en la exclusiva sociedad mexicana) y asumió todas las desventajas de ser pobre, y pobre con los pobres. Vivió 83 años, cuatro veces joven, dedicado plenamente a la academia; a descubrir nuevos caminos en la elaboración de una nueva teología antropocéntrica, liberadora, porque si Dios no es liberador simplemente no es Dios. (...)

Luis del Valle, sacerdote y teólogo jesuita de la Compañía de Jesús de otro ya ido, Pedro Arrupe, falleció, pero sólo se liberó de su armadura. Estará con quienes le amamos, con quienes bebimos de su sabiduría y su espiritualidad. A Guadalajara lo vinculaban no sólo la Compañía de Jesús y sus centros de formación, sino también una amplia red de amigos, además de ser conferenciante en ocasiones.

Del Valle nació a la medianoche entre el 29 y 30 de mayo de 1927 en la ciudad de México. En 1942 . tres años antes de que viniera yo al mundo -ingresó al noviciado de San Cayetano en la Compañía de Jesús; el 26 de octubre de 1957 fue ordenado sacerdote. Luego estudió teología en Alemania y se doctoró en la Universidad Gregoriana de Roma. Además de prestar servicios educativos en el extinto Colegio Patria del DF, su principal labor fue como teólogo y formador de teólogos en la Compañía de Jesús. Se le vincula al Centro de Estudios Ecuménicos (una reunión de tirios y troyanos: creyentes de múltiples denominaciones, agnósticos y ateos); impulsó el Comité Cristiano de Apoyo al Pueblo Chileno, primero en su tipo en América Latina, ofreciendo apoyo a refugiados de Chile, Uruguay y Argentina; acompañó a refugiados sandinistas. Es fundador del Centro de Reflexión Teológica y la revista Christus y es identificado con los “padres” de la Teología de la Liberación en América Latina. “Ha ido saliendo la maravillada y profunda persuasión de que ser humano es ser amoroso, que somos animales amorosos; que el proceso de la hominización es el anidarse en un antropoide, en su corazón, en su mente, en sus entrañas, el amor”, refiere acerca de sí en su libro autobiográfico." Ver nota completa en Análisis a fondo.

domingo, 6 de junio de 2010

¿SE APROXIMA UN TERCER CISMA?

Unos días antes de la celebración de los 50 años de ordenación sacerdotal del Pbro. Anglicano Manuel Sonora, me ha enviado por correo estas reflexiones que comparto.
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La Iglesia que Cristo fundara y que los Credos la describen como Una, Santa, Católica y Apostólica ha sufrido dos grandes cismas que han provocado una serie de separaciones menores dando como resultado una pléyade de iglesias, grupos y sectas que cada día se dividen más y más. Todo nos hace suponer que estamos en la víspera de un nuevo cisma de proporciones tales que sacudirá los fundamentos de una de las ramas más grandes de la Iglesia de Dios, la así llamada católica, apostólica y romana.

Visto desde diferentes ángulos unos le apuestan a que de alguna manera se logrará preservar la unidad aunque a un gran precio, y otros están seguros de que antes de 2014 la iglesia de Roma se habrá resquebrajado y dividido en varias facciones. Recordemos que en la historia de la iglesia una gran división ha ido provocando varias escisiones menores.

Pero echémosle un vistazo a la historia de los dos primeros grandes cismas de la iglesia. El primero de ellos fue al final del primer milenio del cristianismo. Aquí en nuestra cultura tan influenciada por la iglesia mayoritaria se le ha dado el nombre de “El Cisma de Oriente.” Pero de buena fuente se que del otro lado del mundo se le llama “El Cisma de Occidente”. Todo es según el punto de vista de los que lo vean. Hagamos un poco de historia

En los inicios del Cristianismo existían tres grandes centros supradiocesanos (regionales o "metropolitanos"), que eran "cabeza" de todas las iglesias episcopales de las ciudades de su zona de influencia: la Iglesia de Roma, fundada por los apóstoles San Pedro y San Pablo, la Iglesia de Antioquía, fundada también por el apóstol San Pedro, y la Iglesia de Alejandría, fundada por el apóstol San Marcos. En sus territorios se reunían desde el siglo 2 concilios (o sínodos) de todos sus obispos. Luego se agregaron Constantinopla y Jerusalén, llegándose, de tal manera, a la famosa "pentarquía" o sea "el gobierno de los cinco." La Iglesia de Constantinopla fue fundada por el apóstol San Andrés, cuando el lugar donde luego Constantino el Magno habría de construir en el año 330 la "nueva Roma," se llamaba Bizantion, o Bizancio.

Estas cinco grandes iglesias se llamaban al principio "Arzobispados" y luego "Patriarcados." Los cinco Patriarcados estaban, desde sus orígenes, en el territorio del Imperio Romano, hasta el siglo séptimo. Con la división del Imperio Romano por el emperador Teodosio el Grande en el año 395 en dos partes, oriental y occidental, la Iglesia Romana quedó en la parte occidental y los restantes cuatro Patriarcados quedaron en la parte oriental, por lo que estos últimos suelen ser llamados también "Iglesias Orientales."

Durante varios siglos cada patriarcado era totalmente independiente de los demás y se le tenía especial consideración al Patriarcado de Roma por estar situado en la cabeza del imperio. Todos los patriarcas tenían la misma autoridad y no había una autoridad absoluta sobre los demás.

Gradualmente el obispo (Patriarca o Papa) de Roma pretendió tener la primacía sobre la demás iglesias regionales. Pretensión que siempre fue rechazada y que fue llevando a la iglesia a un gran conflicto de poder. Finalmente en el año 1054 se produjo un cisma (separación) entre las Iglesias Orientales y la Iglesia Occidental. Como en esta parte del planeta solo había un solo gobierno, automáticamente la autoridad papal abarcó todo el mundo que hoy conocemos con el nombre de Europa. En Oriente los 4 patriarcados restantes perduran hasta el día de hoy, pero con la invasión musulmana en Medio Oriente, estos cristianos se han ido replegando quedando solo con mayor representatividad las iglesias griega y rusa. En cambio en Occidente el Papa fue acumulando más y más poder hasta llegar al S. XVI en donde él ponía y quitaba reyes y soberanos del así llamado “Sacro Imperio Romano”.

El segundo gran cisma es el que llamamos “La Reforma Protestante”, encabezada por el Dr. Martín Lutero, religioso agustino y catedrático de la Universidad de Wittenberg (Alemania) el pretexto fue el comercio inmoral de las así llamadas “Indulgencias” llevadas a tierras germanas por la orden de los Dominicos. La venta de las indulgencias era tan descaradamente comercial que despertó la ira de Lutero quien en sus 95 tesis refutó la validez de las indulgencias y continuó poniendo en duda muchos de los dogmas y costumbres que se habían colado dentro de la iglesia durante los siglos del oscurantismo. Lutero trató de sustituir la superstición y el fanatismo de aquellos años con la lectura y el estudio de las Sagradas Escrituras traducidas por él al alemán.

La misa era celebrada ahora en el idioma del pueblo, los sacerdotes podían casarse si así lo consideraban prudente y la lectura y el estudio de la Biblia era una parte muy importante de la vida religiosa de los luteranos. Desgraciadamente hubo otros reformadores en Francia y Suiza que diferían en gran manera de las doctrinas de Lutero llevando su propia reforma a acciones extremistas desnudando a la iglesia de toda belleza al suprimir el ritual y los Sacramentos y establecer una dictadura espiritual, especialmente el Calvinismo que es el padre de la mayoría de las iglesias protestantes contemporáneas. En Inglaterra habría de llevarse a cabo su propia reforma con motivos y objetivos muy diferentes al protestantismo continental. Más bien se estableció una Iglesia Nacional (Católica) denominada Anglicana (esto es Iglesia de Inglaterra) posteriormente hubo algunos cismas menores como el de los Veterocatólicos en Holanda que se opusieron al dogma de la Infalibilidad papal y se separaron de la autoridad del Papa y algunos otros movimientos.

Al llegar un poco más de la mitad del S. XX un gran pontífice, Juan XXIII inició una reforma dentro de su iglesia que iba a cambiar totalmente el esquema ya caduco de la misma. Se provocaron grandes cambios muy similares a los que pretendía el Dr. Lutero. La misa se tradujo al lenguaje vernáculo, se introdujeron cantos y diversos instrumentos, no solo el órgano y se intensificó la difusión y el estudio de la Biblia que hasta ese entonces era casi prohibida su lectura. Además se inició el diálogo con los demás cristianos llamándolos respetuosamente “Hermanos separados” en lugar de “herejes y cismáticos” como se les había tratado hasta ese momento. El Papa Paulo VI siguió adelante con los cambios. Se suprimieron del santoral muchos personajes de dudosa realidad histórica y se le concedió más autoridad a los Sínodos diocesanos.Pero a la muerte muy sospechosa de Juan Pablo I quien iba a dar muchos pasos más en los cambios de la iglesia de Roma se eligió a un Papa ultraconservador que, aconsejado por el actual pontífice dio marcha atrás en las reformas de sus antecesores y dejó una iglesia al estilo del S. XIX. Una de las reformas esperadas por muchos años era la supresión del celibato obligatorio que únicamente la Iglesia Romana había establecido no como dogma de fe, sino como disposición disciplinaria. Ni el Papa Juan Pablo ni el actual tomaron en consideración la voz del pueblo, sino que reforzaron la disciplina para que este mal fuera preservado.

Hace unos pocos años comenzaron las denuncias de abusos sexuales cometidos principalmente con niños en escuelas confesionales y seminarios provocando el escándalo que hoy ha cobrado dimensiones gigantescas. Los hechos denunciados nos son exclusivos en esa iglesia ya que en otras confesiones cristianas se han dado casos similares, pero dada la importancia y tamaño de esta iglesia, sobre todo el número de sacerdotes, el escándalo se ha magnificado.

Por otra parte desde hace varias décadas se alzan las voces de los laicos pidiendo que se haga una evaluación del celibato obligatorio; y ahora que dentro del seno de la iglesia romana existen sacerdotes provenientes de iglesias ortodoxas, anglicanas y pastores protestantes y que se les ha permitido el conservar sus esposas e hijos la tensión se ha hecho más fuerte aún. También está el asunto del derecho de la mujer al sacerdocio. En el mundo secular la mujer ya ha encontrado un lugar de respeto e igualdad con el hombre, y el último reducto que existe son algunas iglesias cristianas que se rehúsan a ordenar mujeres al ministerio sagrado, siendo la principal la católica romana. Y por si esto fuera poco los grupos y frentes gay hacen un reclamo a las iglesias para que sean reconocidos como objeto del amor de Dios y dignos de recibir los Sacramentos y las ministraciones de la iglesia. La iglesia anglicana se adelantó imprudentemente (según dicen algunos) autorizando la ordenación al episcopado a un sacerdote abiertamente gay y recientemente una obispa sufragánea de Los Ángeles declarada también lesbiana activa. Por su parte tanto la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos como la Iglesia Anglicana de Canadá han autorizado rituales para la bendición de parejas del mismo género.

Todo esto ha creado una serie de reclamos a los cuales el Papa Benedicto XVI deberá responder con mucho cuidado y cordura, de lo contrario puede desatarse un nuevo cisma de dimensiones impredecibles. Cada quien tiene su opinión al respecto y todas son muy respetables, pero el hecho es que todo esto ya no puede dar marcha atrás. La abolición del celibato obligatorio, la ordenación de mujeres y la aceptación de uniones de parejas del mismo género son los reclamos de nuestro mundo a la iglesia cristiana más fuerte hasta estos tiempos. ¿Cuál será el futuro de la misma? ¿Cómo actuarán las autoridades eclesiásticas al respecto? ¿Habrá un cambio de política o se cerrará aún más la disciplina a riesgo de un cisma?

No queda sino un recurso y es la oración. Pidamos a Dios que el Espíritu Santo ilumine al Papa para que pueda manejar esta situación con sabiduría, echando mano de la historia y recordando que la obstinación de dos de sus antecesores provocó una gran división en el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia de Dios. Ahora que muchos cristianos estamos luchando por la unidad de los cristianos aparece este nubarrón en el horizonte y solo la infinita misericordia de Dios salvará a nuestros hermanos de una nueva escisión. Ayudémosles con nuestras oraciones y pidámosle a Dios que el tome el timón de la nave como siempre y que la lleve a aguas tranquilas para poder seguir trabajando en la paz y la unidad de todos los redimidos por la Sangre de Cristo.

Pbro. Manuel Sonora+

50 Años de Ministerio activo
50 Years of active Ministry

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Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...