Los miembros de la Legión insisten en no querer ver. Este día apareció un texto que se puede seguir completo en Catholic net titulado "Hablemos de lealtad" y que refleja el escaso -en caso de que exista- deseo de mirar las cosas y llamarlas por su nombre. Se transcribe una parte del texto:
"¡Un momento! – interrumpí, después de un rato – ¿Alguno de ustedes fue testigo ocular de esas cosas que están afirmando?
Silencio sepulcral...Por fin, uno se animó a decir:– No, por supuesto que no lo vimos, pero es algo ya comprobado. Todo el mundo lo dice. Debemos aceptarlo.– “Todo el mundo”... ¿sí?... miren los nombres de los periodistas que dan la información, los tres son conocidos por sus ideas progresistas, acérrimos enemigos del Papa y de la Iglesia ¿Alguno de ustedes ha sido testigo de los hechos que ellos nombran? ¿Podría, al menos uno de ustedes, jurar sobre la Biblia, que es verdad todo lo que estos periodistas han dicho?De nuevo... silencio...Sentía un dolor grande, no por las cosas que decían del sacerdote, no por los muchos o pocos pecados que él pudo tener (que, no lo sé, pudieron ser miles y muy grandes, pero conmigo él siempre fue bueno), sino por ver la reacción desleal de mis amigos (que se suponía que también eran amigos del padre) y que demostraban ahora haberse olvidado por completo, por unas noticias en la prensa, de todo lo bueno que recibimos de él, de todo lo bueno que todos los que ahí estábamos, pudimos ver y oír, con nuestros propios ojos y con nuestros propios oídos, durante muchos años y en innumerables ocasiones, en reuniones privadas, chiquitas, grandes, de trabajo y sociales, en sus cartas y en cientos de encuentros personales con él."
El texto refleja el tono acostumbrado: argumentar desde los "beneficios recibidos y la gran obra que realizó 'el padre`", desde el "nosotros no vimos nada" "por lo tanto no es verdad".... "son los periodistas de ideas progresistas..."y finalmente el ánimo de manipular lo sagrado "¿Podría, al menos uno de ustedes, jurar sobre la Biblia, que es verdad todo lo que estos periodistas han dicho?"
El argumento y el estilo del texto muestran la existencia de un culto a la personalidad y la resistencia a aceptar lo que resulta obvio, y que ha sido documentado por distintas instancias. Para ello, se recurre a hacer lo que mejor se aprendió desde 1941: no ver, ignorar, descalificar, no investigar, considerar que cualquier crítica es un acto casi de apostasía.
El argumento y el estilo del texto muestran la existencia de un culto a la personalidad y la resistencia a aceptar lo que resulta obvio, y que ha sido documentado por distintas instancias. Para ello, se recurre a hacer lo que mejor se aprendió desde 1941: no ver, ignorar, descalificar, no investigar, considerar que cualquier crítica es un acto casi de apostasía.
Este mismo estilo se encuentra en la comunicación al interior que se da entre los legionarios para reinterpretar el Comunicado del Vaticano y que reportan algunos diarios: La Jornada, El Universal, que refuerza la idea central del informe de los visitadores de la Legión: es una apuesta la transformación de esta congregación, pues acostumbrados como están a reinterpretar a su favor las cosas, hoy no ven lo que es evidente para el resto, incluso para el Papa al que dicen obedecer: Maciel no fue el santo que pretenden hacernos creer y tuvo cómplices con nombres y apellido que hoy se exculpan... a ellos se les puede aplicar aquello de "no hay peor ciego que el que no quiere ver".
Un asunto que vale la pena discutir más adelante es la terquedad argumentativa de identificar a la Iglesia y al Papa con la Legión, y a los que cuestionan a la Legión como enemigos de la Iglesia. Esto merece pensarse detenidamente pues es parte de la forma que adquirió la estructura de poder, es el habitus por el que la refundación es una apuesta que se puede perder.
Un asunto que vale la pena discutir más adelante es la terquedad argumentativa de identificar a la Iglesia y al Papa con la Legión, y a los que cuestionan a la Legión como enemigos de la Iglesia. Esto merece pensarse detenidamente pues es parte de la forma que adquirió la estructura de poder, es el habitus por el que la refundación es una apuesta que se puede perder.
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