Obispos mexicanos escuchando al Papa Francisco |
Los primeros mensajes del Papa Francisco en México tienen un hilo conductor: la vida no puede desarrollarse alejada de la mirada de ternura hacia el otro.
Cuando por ternura se entiende el sentimiento de bondad hacia el otro por su situación de vulnerabilidad o delicadeza, la palabra adquiere una fuerza inusitada porque permite cuestionar no sólo las prácticas sociales, políticas y religiosas, sino las estructuras mismas del poder, sea del tipo que sea. Esta palabra ha estado presente en los tres encuentros del primer día de la visita del Papa a Mexico. Ha sido como el telón de fondo sobre el que se ha montado tres escenarios: el del encuentro con la clase política, el del encuentro con los obispos, y el de la convivencia con el pueblo en la Basílica.
La ternura como preocupación empática por la vulnerabilidad de las mayorías, le ha hecho decir al presidente: "La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo". al mismo tiempo señaló que la acción gubernamental "no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras —siempre necesarias—, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno".
Así también lo hizo saber a los obispos, a los que desde el concepto de ternura cuestionó su trabajo y los logros de su desempeño:
La limpieza y la transparencia aparecen como los primeros ejes de la ternura. En contraposición se encuentran: la mirada en penumbras, el materialismo trivial y los acuerdos soterrados. Se trata de perspectivas que se convierten en idolátricas cuando se pone su confianza en los carros y caballos de los faraones actuales. De esto se siguen las consecuencias:
¿Qué se sigue de estas consideraciones desde la mirada de la ternura? Los planteamientos -aunque corresponden directamente a los obispos pueden ser asumidos -salvando las diferencias- por quienes tienen un cargo de responsabilidad, pues se trata de una perspectiva que acentúa el cuidado del otro como eje de la convivencia.
Sean por lo tanto obispos de mirada limpia, de alma transparente, de rostro luminoso. No le tengan miedo a la transparencia. La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar. Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad; no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa; no pongan su confianza en los «carros y caballos» de los faraones actuales.
Presidente de la Conferencia de obispos mexicanos |
No pierdan, entonces, tiempo y energías en las cosas secundarias, en las habladurías e intrigas, en los vanos proyectos de carrera, en los vacíos planes de hegemonía, en los infecundos clubs de intereses o de consorterías. No se dejen arrastrar por las murmuraciones y las maledicencias [...] Les ruego no caer en la paralización de dar viejas respuestas a las nuevas demandas [...] es necesario para nosotros, pastores, superar la tentación de la distancia -y dejo a cada uno de ustedes el catálogo de las distancias que puedan existir en esta conferencia episcopal- del clericalismo, de la frialdad y de la indiferencia, del comportamiento triunfal y de la autorreferencialidad [...]La misión es vasta y llevarla adelante requiere múltiples caminos. Y, con más viva insistencia, los exhorto a conservar la comunión y la unidad entre ustedes. Esto es esencial hermanos, esto no está en el texto pero me sale ahora: si tienen que pelearse, peléense, si tienen que decirse cosas, se las digan, pero como hombres, en la cara y como hombres de Dios, que después van a rezar juntos, a discernir juntos y si se pasaron de la raya, a pedirse perdón pero mantengan la unidad del cuerpo episcopal.
¿Qué se sigue de estas consideraciones desde la mirada de la ternura? Los planteamientos -aunque corresponden directamente a los obispos pueden ser asumidos -salvando las diferencias- por quienes tienen un cargo de responsabilidad, pues se trata de una perspectiva que acentúa el cuidado del otro como eje de la convivencia.