El 27 de mayo de 2014, la Agencia de noticias eclesiales Zenit -perteneciente a la Legón- entrevistó al Arzobispo Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM), después de una visita al Papa en Santa Martha. Una de las cuestiones abordadas fue la Teología de la Liberación (TdL). Al respecto se difundió:
ZENIT les preguntó sobre la teología de la liberación, que piensan hoy los sacerdotes y seminarista visto que sus exponentes son ya ancianos.Menos de un mes después, el 20 de junio, la agencia de noticias Noticelam ha publicado una entrevista al mismo personaje, donde cuestionado sobre el mismo tema señala:
El presidente del Celam, Mons. Carlos Aguiar Retes indicó: “Efectivamente la figuras relevantes de la teología de la liberación son personas ancianas, y como tal, como la expresión de lo que fue, está muy anciana, si no es que ya está muerta”.
Añadió que “hoy en día no está más el tema de la teología de la liberación, que había sido planteado con una base sociológica que no cuadraba con la base teológica”. Y precisó que “allí fue el punto de quiebre”.
Entretanto, reconoció, “hubo esfuerzos por parte de teólogos de la liberación que trataron de hacer que de alguna manera pudiera iluminar la teología. Esos fueron los años 70, 80, quizás a principios de los 90”.
“Hoy tenemos gracias a Dios --continuó el obispo mexicano-- una reflexión teológica mucho más sapiencial que no deja de lado la necesaria liberación del hombre integral. Es decir, ya no es por la lucha de clases, con la confrontación ricos - pobres, porque como sabemos para la iglesia ese no es el camino para una liberación social” (Ver noticia completa)
Gracias a Dios y a los esfuerzos de muchos teólogos, obispos, pastoralistas, y diversos actores eclesiales que han recogido con fidelidad la Eclesiología de la Comunión, planteada por el Concilio Vaticano II, especialmente en la Lumen Gentium, ha ayudado enormemente a direccionar la Teología de la Liberación surgida en los años 70s y 80s del siglo pasado. Tarea señalada en su tiempo por el Magisterio Pontificio de Juan Pablo II.En esa época hubo una corriente que se desarrolló, poniendo como base el análisis sociológico marxista que llevó a una ideologización del mensaje evangélico. Fue el momento más crítico de la Teología de la Liberación.Hoy día, incluidos algunos exponentes, como Gustavo Gutiérrez, han desarrollado una Teología de la Liberación con una base bíblico espiritual que sin duda ha ayudado mucho en esa reorientación; y considero, que por ello, es actualmente un aporte para la vida eclesial (Ver noticia completa)
En la entrevista propone el mismo argumento sobre la influencia marxista en la TdL, que los mismos teólogos en cuestión han señalado -en diversas ocasiones- que es inexistente como orientadora de la fe, aunque eventualmente como herramienta analítica. Sostener esto, muestra una visión al menos parcial por parte del obispo Aguiar Retes. Pero lo preocupante es la consideración de que las orientaciones sapienciales de la teología son el centro de la teología.
La TdL no ha perdido la base bíblica, de ahí surge su criticidad, y el cuestionamiento de las estructuras, incluidas las eclesiales. Por supuesto que necesita las herramientas de análisis social que no tiene la Biblia, por sus condiciones de historicidad. No reconocerlo implica que el obispo Aguiar de nuevo, no hace un análisis completo del asunto.
Finalmente, la ambigüedad salta de nuevo en dos señalamientos: el primero, donde declara la muerte de la TdL, y el segundo, donde reconoce su aporte eclesial. Haciendo una especie de distinción entre una primera y una segunda TdL, cosa inexistente.
¿Por qué hace esto? Se pueden conjeturar muchas cosas, mi sospecha es que esta ambigüedad refleja la tensión del episcopado entre mantener su postura conservadora -expresada el 27 de mayo de 2014-, y reconocer que la propuesta eclesial de Francisco camina por un sendero distinto -entrevista publicada el 20 de junio de 2014-.
Faltaría al obispo Aguiar, dada su responsabilidad, entender de una manera más clara la TdL. Leer a los teólogos de la liberación, aun sin estar de acuerdo con ellos -derecho de Aguiar Retes- es el principio elemental para dar una opinión fundada, asunto que no parece de su interés, con lo que cae en el error que quiere evidenciar: muestra una opinión ideologizada de la TdL, y por tanto imparcial y errónea.
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