Para muchos podrá resultar simplista la descripción, de los Hare
Krisna como una comunidad lactovegetariana que canta. Sin embargo, y aunque
parcial, esta idea no es falsa. A los Hare Krisna se les puede ver ya en
distintas ciudades del país con sus ropajes hindúes de color azafrán o blanco
en el caso de los hombres, o el sari multicolor en las mujeres. Una señal de
barro sagrado de la India en forma de V llamada tilaka o Vishnu tilaka , en la
frente señala que consideran al cuerpo como templo de Dios y les distingue de
otras escuelas espirituales.
Su rutina diaria comienza antes del amanecer con oraciones que contienen cánticos de mantras de saludo a los maestros espirituales y a las deidades, el canto del maha mantra, la danza ritual al ritmo de mrindangas, posteriormente se ofrece incienso, fuego, flores y alimento. Finalmente se recibe enseñanza tomada de los Vedas y del Bhagavad-Gita.
El Bhagavad-Gita, libro sagrado, permite ubicar los datos necesarios para alcanzar la liberación de la mente y el cuerpo. En él, Krisna revela a su devoto Arjuna: “La humildad; la ausencia de orgullo; la no violencia; la tolerancia; la sencillez; el acudir a un maestro espiritual genuino; la limpieza; la constancia; el autocontrol; el renunciar a los objetos del goce de los sentidos; la ausencia de ego falso; la percepción de lo malo del nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades; el estar libre del enredo de los hijos, la esposa, el hogar y lo demás; la ecuanimidad en medio de eventos agradables y desagradables; la devoción constante y pura por Mí; el ambicionar vivir en un lugar solitario; el estar desapegado de las masas; el aceptar la importancia de la autorrealización; y la búsqueda filosófica de la Verdad Absoluta: todo eso Yo declaro que es conocimiento, y cualquier otra cosa que haya aparte de eso es ignorancia” (Bg13, 8-12).
La comunidad Hare Krisna, debe su presencia en occidente a la
labor de Srila Prabhupada, que según la tradición recibió como encomienda de su
maestro espiritual la predicación del Santo Nombre y las sutilezas del Todo
Atractivo, del que tiene todas las opulencias.
Cada día los devotos cantan 1728 veces “Hare Krisna, hare Krisna,
Krisna Krisna, hare hare. Hare Rama, hare Rama, Rama Rama, hare hare”, cántico
conocido como el maha mantra, es decir, el más grande de los cantos liberadores
de las ataduras de la mente. El cuerpo doctrinal de corte moral de los devotos
vaysnava se centra en cinco elementos clave: no comer carne, pescado o huevo,
no participar en juegos de azar, realizar servicio devocional o bhakti yoga, no
realizar sexo ilícito y no intoxicarse.
Los principios religiosos de los devotos Hare Krisna sostienen que
Krisna es Dios, eterno e inmutable que se acercó al mundo hace 5000 años, y
participó de la forma humana en la noble familia de Arjuna, a quien dio sus
enseñanzas en el fragor de la batalla entre los pandavas y kurus. Las enseñanzas
más importantes son: Krisna es el eterno, la fuente de toda la realidad, que se
presenta como el que tiene todas las riquezas. A él se debe el sentido de
devoción que se expresa en el canto del maha mantra del creyente, y en el
ofrecimiento de todas las cosas, que particularmente con este acto recibe todas
las energías que Dios comunica al mundo. La comida ofrecida a Krisna, la
devuelve como prashada, es decir, como alimento espiritual que ayuda a liberar
la mente, centrarse en Dios y purificar del karma. Este alimento
lacto-vegetariano es una expresión de la misericordia de Dios.
En el plano antropológico, los devotos de Krisna consideran que la naturaleza del ser humano es ser sirviente, pero que por los apegos, el karma y el deseo de dirigir la vida, existe una confusión que genera la ilusión de identificar la apariencia con la esencia. El alma sólo tiene como misión la trascendencia en Krisna, por lo que todas las actividades deben orientarse a este fin. Liberarse de los apegos, la ignorancia y la ilusión es el fin de los devotos. A este asunto se ordenan todas las actividades, la oración, la elaboración de los alimentos, el trabajo, el estudio y la moral.
Uno de los servicios para difundir la misericordia de Krisna, es
la predicación por las calles, la venta de libros, compartir prashada y una vez
al año, la peregrinación de las deidades en el Festival Ratha Yatra.
Existen diversos grupos de devotos de Krisna, pero en México
tienen mayor presencia los que se forman parte de la Sociedad Internacional
para la Conciencia de Krisna, que consideran a Krisna –el dios azul negruzco-
como el Supremo, a diferencia de otros grupos que lo ubican como un avatar de
Vishnu.
Debido a sus características y rigurosa moral, los creyentes forman un grupo minoritario, que mediante sus restaurantes y publicaciones logran una presencia importante en la sociedad. Sin embargo, debido a que su discurso formal implica asumir una serie de categorías que resultan distantes para occidente, tienen el reto de repensar –si desean llegar a poblaciones más amplias- la manera de comunicar sus conceptos, así como la forma como éstos podrían entrar en diálogo con una cultura neoliberal que sostiene como criterios vitales el éxito, la producción y las referencias religiosas marginales. De otra forma, la apuesta por el diálogo que tienen los devotos, corre el riesgo de transformarse en un discurso deslegitimador de la mentalidad y prácticas sociales de occidente, que corre tras el dinero y el éxito material.
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