martes, 26 de enero de 2010

Aclaraciones sobre el debate Iglesia de Rito Tridentino e Iglesia Católica Mexicana


El discurso religioso siempre tiene la pretensión de presentarse como si tuviese un sentido único. Todo cuestionamiento es visto como una especie de atentado contra la verdad del movimiento religioso del que se discute. Esto ha sucedido con la discusión sobre la Iglesia de Rito Tridentino (ISCART) y la Iglesia Católica Apostólica Mexicana (ICAM). La continua discusión me lleva a publicar una respuesta de 11 puntos, -por última vez- hasta en tanto no tenga comunicación con el dirigente de ICAM. Los escudos que presento corresponden a ISCART -el primero- y a ICAM -el segundo-.

 
Publico este comentario esperando aclarar algunas cuestiones respecto a lo que Gabriel Domínguez y otras personas cercanas a ICAM han venido insistiendo:
  1. Este blog no pretende dar la razón a nadie, simplemente intenta mostrar los hechos que he procurado indagar con rigor metodológico.
  2. No pretendo posicionar a ninguna de las iglesias o creencias, simplemente mostrar lo que existe en el país.
  3. No he publicado todavía datos sobre la Iglesia dirigida por Mons. Camargo Melo porque no he tenido oportunidad de entrevistarme con él, y me parece que el rigor metodológico de la investigación me pide que lo haga antes de escribir.
  4. Las alusiones a Mons. Camargo Melo no han sido hechas inicialmente por Mons. Néstor Guijarro y Mons. Guillermo González, sin embargo en el proceso de investigación la historia de la Iglesia Tridentina conduce a la de la Iglesia Católica Mexicana.
  5. No pretendo defender a Mons. Néstor Guijarro y a Mons. Guillermo González, ellos deberán hacerlo por sí mismos. Sin embargo, debo decir -en honor a la verdad- que nunca he escuchado una alusión o mención ofensiva de parte de ellos a Mons. Camargo Melo. Incluso se pueden leer los comentarios de Mons. Guillermo González y me parece que siempre se expresa respetuosamente de Mons. Camargo, lo que no puedo sostener de quienes defienden a Mons. Camargo pues descalifican e insultan.
  6. Quien ha usado la expresión "devotos de Mons. Camargo Melo" ha sido su servidor y no Mons. Guillermo González. La expresión "devoto" no es insultante, simplemente se refiere a quienes profesan un afecto especial a alguien, en este caso a Mons. Camargo Melo.
  7. En ningún momento se ha dicho que la sucesión de Mons. Camargo Melo sea inadecuada pero una revisión histórica plantea algunas dudas ya documentadas en la investigación "El Patriarca Pérez" publicada por la UNAM. Una conjetura personal sobre el asunto es que si tal sucesión fuera del todo clara, Mons. Camargo Melo no hubiera tenido necesidad de recurrir a la ordenación bajo condición de parte de la Iglesia Brasileña de Mons. Carlos Duarte, lo que garantiza claramente entrar en la sucesión conocida como REBIBA, por el cardenal que le dio origen.
  8. Aquí no se juega con las cosas santas y las cosas de Dios, porque en primer lugar no se está hablando de Dios sino de las obras que realizan sus seguidores provengan de la religión que sea. Incluso las iglesias por más referencias a lo sagrado que realicen son construcción humana, de otra forma no se entenderían los conflictos entre ellas.
  9. La disculpa que solicita el Sr. Gabriel Domínguez de los scerdotes de la Iglesia Tridentina y de los obispos Mons. Guijarro y Mons. González está planteada en el lugar inadecuado. Habrá que solicitarla a ellos personalmente pero hasta el momento, Néstor Guijarro no ha publicado nada en este blog, así que no veo por qué debe disculparse. Más bien habría que explicar porqué razón Mons. Camargo Melo no ha dado de baja de la Dirección General de Asociaciones Religiosas a Mons. Néstor Guijarro de acuerdo al registro SGAR/61/93 que puede consultarse en internet directamente en la liga de la SGAR lista de ministros de ICAM página 365. Asimismo habría que mencionar que en el listado de la ISCART -que se encuentra en el enlace anterior, aparece el hermano de Mons. José Camargo Melo reconocido como ministro de la Iglesia Tridentina, su hermano lleva por nombre Adán Camargo Melo. Este cambio de grupo religioso requiere explicación.
  10. Sobre la alusión de censura que se hace, no existe tal cuestión. Simplemente la petición de conducirnos con respeto en este tipo de asuntos. Esto supongo -sin conceder- que es especialmente valioso para quienes se dedican a difundir un mensaje de amor. El apasionamiento no lleva sino a cerrarnos a la verdad del otro y a considerar que la postura personal es la verdad. Pero más allá de los discursos esto habrá que demostrarlo.
  11. Mantengo mi compromiso de buscar entrevistarme con Mons. Camargo Melo en julio de 2010 si él lo acepta. Pronto estaré enviando la solicitud de esta entrevista.

miércoles, 20 de enero de 2010

Las iglesias de Néstor Guijarro y Camargo Melo

La entrada Una iglesia católica autónoma ha sido uno de las que ha generado mayor debate entre algunos que conocen a los actores de este movimiento religioso: Mons. Néstor Guijarro González y Mons. Guillermo H. González de la Iglesia Santa Católica Apostólica de Rito Tridentino -ISCART-, y los que han aludido a Mons. José Camargo Melo, actual dirigente de la Iglesia Católica Apostólica Mexicana -ICAM-.

Hasta el momento en estas entradas no se había hecho alusión a los elementos vinculantes entre ambas iglesias, sin embargo se ha de decir que actualmente, ambas iglesias pertenecen a la Comunión Mundial de Iglesias Católicas Apostólicas con la característica central de compartir la misma fe, según sus estatutos. Existen diferencias específicas -que se tratarán en otro momento-, pero particularmente se ha de decir, en honor  a la verdad, que más allá de los conflictos que se expresan en los comentarios a la entrada aludida, existen elementos vinculantes entre ambas iglesias. Estos elementos son los siguientes:
  • comparten la misma fe católica
  • hacen un serio esfuerzo por mantenerse fieles a la tradición
  • pertenecen a la misma Comunión Mundial de Iglesias Católicas Apostólicas
  • comparten la misma línea de sucesión apostólica: la línea Rebiba proveniente de Mons. Carlos Duarte de Brasil
  • los dirigentes de ambas iglesias han recibido una consagración subconditionis que supliera las complicaciones derivadas de la ordenación de Eduardo Dávila
  • ambos ministros pertenecieron originalmente a la Iglesia Católica Romana.


Una muestra de esta cercanía se presenta en las fotografías que ilustran esta entrada. En esta fotografía se ve a Mons Néstor Guijarro, Mons. Guillermo H. González -de ISCART- y a Mons. Camargo Melo  -de ICAM- compartir la misma mesa de trabajo en la Comunión Mundial de Iglesias en agosto del 2008 en Guatemala.


La siguiente fotografía muestra a Mons. Néstor Guijarro recibiendo el anillo de la comunión, en una ceremonia en la misma reunión a la que se alude en Guatemala, y en la que también participó Mons. Camargo Melo y recibió el mismo símbolo de comunión por parte del Patriarca de la Iglesia Católica Brasileña.




Este tercera fotografía muestra a algunos de los participantes en la reunión de formalización de la Comunión Mundial de Iglesias Católicas Apostólicas. A esta reunión asistieron Mons. Guillermo H. González (en la fotografía), Mons. Néstor Guijarro y Mons. Camargo Melo.

La entrada titulada: Una iglesia católica independiente

martes, 19 de enero de 2010

El reconocimiento del pluralismo religioso


Un hombre de la edad media, Francisco de Asís, formado en el catolicismo se encuentra en el dilema de vivir la fe desde un horizonte de comprensión distinto al de la tradición impulsada por las autoridades de la iglesia católica. La opción por la pobreza le hace parecerse a los valdenses y a los cátaros, sin embargo, se distancia de ellos al reconocerse bajo el signo del catolicismo romano. Más adelante en un esfuerzo por predicar en tierras musulmanas tiene un encuentro con el Sultán de Marruecos. Francisco en ambos casos se reconoce católico y no convierte ni a valdenses, cátaros o musulmanes a su fe católica.

Este es un ejemplo del reconocimiento del pluralismo religioso: primero, el tomar posición en el campo religioso y esto sólo se logra al asumir unas señales de identidad que presentan las diferencias; en segundo término, el reconocimiento de la diferencia de manera respetuosa como algo que està en el mismo campo religioso y que tiene identidad propia; en tercer lugar, la cercanía para conocer y pensar si hay algo en común; y finalmente la toma de postura: cada uno en su camino. Esto recuerda un verso de León Felipe: "para cada uno tiene un camino virgen, Dios".

martes, 12 de enero de 2010

Cuando los actores religiosos se unen...

Había decidido mantenerme al margen de la discusión de las iglesias en torno al debate que sobre los matrimonios homosexuales aparecen desde hace unos días. La razón de esta decisión es que se trata de un tema de derechos humanos que tiene que ver con la creación de condiciones de igualdad entre ciudadanos. No es de entrada un tema religioso. Sin embargo, el tema ha sido llevado al campo religioso y convertido en una especie de cruzada por la fe. Esto me lleva a tener que decir una palabra sobre el tema.


Lo primero que salta  a la vista es que el debate está planteado por las iglesias en la tónica del maniqueísmo que recuerda la época de las cruzadas. La declaración leída en la Catedral el domingo 10 de enero así lo sostiene: "Nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, tampoco podemos obedecer primero a los hombres y sus leyes antes que a Dios, pues la ley suprema, y perenne es la de Dios; toda ley humana que se le contraponga será inmoral y perversa, pues al ir contra su voluntad termina por llevar a la sociedad a la degradación moral y a su ruina". La dicotomía se ubica entre dos tipos de leyes: la ley de Dios y la ley humana. Si bien esto es un asunto viejo, lo novedoso es que en este planteamiento, la ley de Dios aparece como una abstracción que prescinde de mediaciones humanas -lo que es totalmente falso según la idea de revelación cristiana-; e incluso se llega a plantear que desarrollar proyectos de vida diferentes a los que predica alguna confesión religiosa como queridos por Dios -cosa que habría que demostrar-  son inmorales y llevan a la ruina. Con estos planteamientos el debate se pone en el terreno de la ética debido a que aparece el asunto de la libertad y de la elección consciente.

La teología moral cristiana ayudó a solucionar estas cuestiones incluso antes de que aparecieran, al establecer como criterio que "sobre la conciencia, ni Dios". Es decir, el debate de la moralidad o inmoralidad de una ley que permite avanzar en la creación de condiciones similares para todos no es el punto central de las iglesias. Lo central es que se debate un asunto político que puede expresarse con la pregunta: ¿quién tiene el derecho de normar la vida, la política, la economía y las demás áreas de la vida? Por supuesto que la respuesta de las iglesias les es favorable porque pretenden que una moral de máximos sea el referente de una sociedad plural a la que no se animan a reconocer.

En este debate, todos los actores religiosos incluso distantes -evangélicos, católicos y ortodoxos- que no dan pasos para unirse en la tónica ecuménica y que sostienen un discurso de confrontación, hoy se acercan a partir de una falsa premisa: "A nosotros, venerables hermanos, también nos quieren prohibir hablar en nombre de Jesús, predicar su doctrina, cumplir con el mandato del Señor de anunciar la Buena Nueva (Mc 16, 14), defender el vínculo sagrado del matrimonio al que San Pablo comparó con el amor con que Cristo ama a su Iglesia (Ef 5,25), Y no, no podemos callar, pues podremos escapar de los tribunales de los enemigos de Cristo, pero no evadiremos el tribunal supremo de Dios, quien nos pediría cuenta de nuestra cobardía por avergonzarnos de su nombre y por no defender al rebaño del lobo que mata y dispersa a las ovejas (Jn 9,12)".

El reconocer la pluralidad no es impedimento para ejercer el ministerio de los pastores. Es importante reconocerles este derecho, pero esto no implica que las leyes en un país que es plural -incluso en términos cristianos- deban ser confesionales. Las iglesias no tienen el derecho de normar la moral pública ni de suplantar al Estado como estamos viendo hoy. El reto de las iglesias es formar a sus creyentes para que se comprometan con la fe que profesan, pero en este momento asistimos a una paradoja: dado que los ministros cristianos no pueden formar ni dirigir a sus fieles, pretenden -asumiendo que tienen una representatividad que no pueden demostrar- que el Estado les haga la tarea: obligar a todos a vivir una moral confesional. Este es un asunto que habrá que seguir discutiendo.

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...