viernes, 16 de enero de 2009

¿Encuentro de familias?

El asunto de las religiones, es debate al exterior de ellas; al interior es reproducción de lo ya sabido. ¿Alguien espera una postura distinta, una reflexión de vanguardia en el VI Encuentro Mundial de las Familias en estos días? Hay que reconocer que no será así. La lectura simplista de los problemas sociales se ha reducido a una dificultad de valores y a la familia que no educa. Si bien puede ser una causa de los problemas sociales, no puede reducirse a una mirada tan simple que se acerca al sofisma. ¿Qué hay que esperar de este encuentro? Más de lo ya conocido: un discurso que reafirma las posiciones actuales sobre la familia, un discurso en contra de los modelos de familia diversos… están en su papel y tienen al Ejecutivo como vocero.

El asunto central y más grave en este evento es el reduccionismo, la imposibilidad de la crítica y la reflexión orientada para que las cosas sean como gusta en los ambientes a donde la influencia romanizante llega. Al final tendremos más de lo mismo: un discurso que no llega a las mayorías creyentes ni las toma en cuenta; las notas tomadas al vuelo en una conferencia que serán tiradas a la basura en unos meses; algunos grupos que dialogan entre sí para reforzar sus ideas, la descalificación de un ambiente plural y la búsqueda de la uniformidad. Para que el trabajo tuviera éxito, habría que ir a las barriadas, a las paradas de camión, a los centros comerciales y preguntar a las familias lo que les sucede, sus problemas, su análisis desde la fe, así se evitarían análisis "desde arriba" que profundizan la brecha entre los creyentes y sus dirigentes, No hay que olvidar, la práctica de Jesús era "desde abajo"... no como hoy parece...que entienda quien lo quiera hacer.

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