viernes, 17 de enero de 2020


La 4T (Cuarta Transformación) se ha convertido en una especie de parteaguas ideológico que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador pretende introducir, en el imaginario de la población, como una especie de característica nodal de su proyecto de Nación. El concepto aparece como difuso cuando se trata de analizar a profundidad más allá de las alusiones histórica, pero se concretiza -entre otras cosas- en tres ideales que recuerdan los criterios religiosos: no mentir, no robar y no ser corrupto. 
En esta entrevista los académicos que hemos revisado el caso planteamos algunas vías de comprensión de un asunto que rompe -al menos en la forma- con el principio tradicional del Estado laico: la relación entre las iglesias y el poder político. 

La muerte no es el final del camino. Símbolos y ritos ceremoniales en el catolicismo

Conferencia presentada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara : "La mue...