Uno de los problemas de las instituciones religiosas es la dificultad que tienen para adecuar el lenguaje de la época en que surgieron, a las culturas actuales. A veces pareciera que no están dispuestas -en aras de conservar la tradición- a ajustarse a las nuevas condiciones comunicativas. Así, suelen realizar diálogos de sordos entre los creyentes que viven en un mundo que evoluciona constantemente, y las creencias religiosas que se visten de un ropaje conversacional que ya no dice nada, porque se han perdido los puntos de contacto y el lenguaje se torna vacío.
Este tema fue expuesto en el Encuentro Diocesano de Evangelización y Catequesis celebrado en el Seminario de Guadalajara en agosto de 2015. El texto completo se puede descargar en el enlace siguiente:
En este encuentro, los responsables han tenido la audacia de pensar el tema del lenguaje, un asunto que no deja de ser polémico en una institución dos veces milenaria.